El diario La Nación en su edición digital de hoy publicó el siguiente editorial. A continuación el texto:
En una entrevista concedida a un medio oficialista, el canciller Héctor Timermanreconoció que el memorando de entendimiento suscripto por el gobierno argentino con Irán por el caso AMIA no avanza y que Teherán hoy tampoco muestra disposición alguna para realizar progresos, pese al largo tiempo transcurrido.
Como reacción a ese reconocimiento, el diputado Sergio Massa anunció que su bloque propondrá en el Congreso la denuncia del referido convenio, para lo cual está trabajando en un proyecto con los diputados Felipe Solá, Graciela Camaño y Adrián Pérez. El tratamiento de ese proyecto difícilmente sea incluido por el Poder Ejecutivo en una posible agenda de sesiones extraordinarias, razón por la cual, presumiblemente, habrá que esperar a su presentación en el período de actividad legislativa ordinaria.
Esta delicada situación está siendo considerada por las principales organizaciones de la comunidad judía en nuestro país. Quizá por ello el canciller volvió a utilizar un medio oficialista para defender el acuerdo con Irán, suscripto sorpresivamente en Etiopía el 27 de enero de 2013, es decir, hace ya más de un año. Ese instrumento prevé la creación de una comisión que revise las pruebas del expediente judicial argentino y permitiría interrogar en Teherán a los iraníes acusados.
Desde estas columnas hemos expresado nuestro total desacuerdo con el memorando de entendimiento por considerar que viola abiertamente nuestra Constitución Nacional, que prohíbe al Presidente arrogarse el conocimiento de causas judiciales pendientes.
Por ello, ante la circunstancia evidente de que Irán no tiene disposición de llevarlo a la práctica, es ciertamente hora de examinar la conveniencia de denunciarlo no sólo por violatorio de nuestra Ley Fundamental, sino por respeto a nosotros mismos.
Cabe recordar que el canciller Timerman, en su momento, forzó a tambor batiente la aprobación de este memorando en el Congreso. No obstante, Irán le dio y le sigue dando la espalda de manera manifiesta porque eso, y no otra cosa, es lo que puede concluirse de su larga actitud dilatoria que, por lo demás, coincide con la historia que Irán tiene en materia de relaciones exteriores. No es imposible que, satisfecho con su ventaja táctica, Irán apunte a una victoria estratégica al dejar pasar el tiempo para diluir aún más la hasta ahora infructuosa investigación de los hechos en la justicia argentina.
Mientras el tiempo pasa, lo cierto es que nuestra Justicia sigue sin poder interrogar nada menos que a cinco de los siete iraníes que han sido explícitamente acusados por el atentado de 1994, en el que murieron 85 personas. La alternativa de denunciar un convenio nocivo para nuestro país no puede tomarse a la ligera, ni dejarse pasar sin una seria y profunda consideración que incluya y escuche a todos los sectores de nuestra política y de nuestra sociedad.