El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, instó a las Naciones Unidas a presionar a Israel para que «le permita a los palestinos afectados por la violencia encontrar refugio en Cisjordania».
“El presidente Abbas ha pedido al representante palestino en la ONU que implemente tan rápido como sea posible, en coordinación con el secretario general de la ONU, medidas para el retorno de los refugiados palestinos de Siria a los territorios palestinos”, expresó su oficina.
Según las estadísticas de la ONU, alrededor de 525 mil “refugiados” palestinos viven en Siria, la mayoría de los cuales han sido desplazados debido a la guerra civil en curso.
El término “refugiados” se refiere a los descendientes de los árabes que escaparon Israel de la guerra de 1948. Los palestinos son el único grupo en el mundo cuyo estatus de “refugiado” concedido por la ONU es hereditario. Es decir, de padre a hijo, de hijo a nieto, y así al infinito.
Por el contrario el resto de los refugiados del mundo –incluyendo los judíos que huyeron en ese mismo conflicto o fueron limpiados étnicamente por los regímenes árabes- carecen de ese estatus.
Hace dos años, Abbas rechazó la oferta de Israel de permitir a los refugiados palestinos de Siria escapar hacia las zonas controladas por la Autoridad Palestina en Cisjordania o por Hamás en Gaza; bajo la condición de que renuncien a lo que ellos denominan como el “derecho de retorno” –un eslogan que carece de sustento jurídico- a otras partes de Israel.