John Cardinalli: un espía tras las filas nazis revela secretos guardados durante 65 años

Fue sargento de inteligencia de los EEUU en territorio ocupado por los alemanes. En el libro ’65 Years of Secrecy’, cuenta sus recuerdos más terroríficos y detalles únicos de la Segunda Guerra.

Cardinalli tiene 94 años y muy buena memoria. Tanta como para recordar en detalle hechos que atesoró en recuerdos durante más de seis décadas, el tiempo que tuvo que esperar para que el FBI y la CIA lo autorizaran a revelarlos. Con ayuda de su nieto, ha escrito ahora el libro 65 Years of Secrecy. Allí recorre su historia como sargento de inteligencia y sus operaciones tras las líneas de los nazis en Holanda, durante la II Guerra Mundial.

Cardinallí fue agente de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS, por sus siglas en inglés), precursora de la CIA y dedicada a coordinar las acciones de inteligencia contra Hitler.

Un cartel, pegado en una oficina de infanteria en Carolina del Norte, decidió su destino. «Decía ‘buscamos hombres para trabajos peligrosos’, que sepan el código Morse y hablen una lengua extranjera. Yo hablo con fluidez el italiano», contó Cardinalli a Business Insider.

Tras las filas enemigas

Fue así que se alistó como agente de inteligencia. Cuando estalló la II Guerra, su misión fue «ser un agente tras las líneas enemigas, recoger información y enviarla por radio a las fuerzas aliadas». «Yo era un maestro en código Morse, que es cómo se hizo la mayor parte de nuestras comunicaciones», recuerda Cardinalli.

El trabajo se hacía en grupos de dos en dos, con un hombre a cargo que llevaba un nombre clave. «Estábamos a cargo de «El Holandés», revela el espía. «Todos los grupos tenían un nombre y una misión. Por ejemplo, tuvimos un matrimonio llamado Jack y Jill», cuenta.

La mayor parte de sus misiones fueron en Holanda, donde vivió «escondido en molinos que fueron estratégicamente elegidos a lo largo del río Rin».

John Cardinalli recuperó sus memorias en el libro «65 Years of Secrecy»

El terror en primera persona

Cardinalli cuenta también cuál fue el peor momento de su carrera, la situación «más espantosa» que le tocó vivir. «La Batalla de las Ardenas. Nuestro equipo estaba completamente dividido, apenas unido por radio. Todo el mundo estuvo completamente por su cuenta durante dos días», relata.

Cuesta imaginar lo que pudo haber vivido Cardinalli durante esas 48 horas. La Batalla de las Ardenas fue una de las últimas ofensivas alemanas en Europa occidental contra los aliados, durante la cual las fuerzas estadounidenses sufrieron la peor parte. Fue además el mayor y más sangriento combate del que participaron los EEUU durante la II Guerra.

Pese a la adversidad, Cardinalli tuvo tiempo para el humor, como cuando se burló de un compañero de equipo. «Necesitaba un corte de cabello y yo le dije que era el mejor peluquero italiano en el ejército. Nunca me corté el pelo en mi vida. Corté el suyo y lo dejé como un perro con sarna. Estaba tan enojado que casi me disparó».

Fuente: Infobae

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