El grupo terrorista ha utilizado el caso del pequeño ahogado en Turquía para recordar a los musulmanes que es «pecado peligroso» abandonar el califato y huir hacia la «tierra de los infieles».
En un artículo titulado «El peligro de abandonar Darul-Islam», la tierra del islam, y publicado en la revista de propaganda Dabiq con la foto de Aylan Kurdi ahogado en una playa turca, el grupo terrorista criticó a los musulmanes que deciden «sacrifircar a sus hijos» en el camino hacia Europa.
Los yihadistas han dicho que la muerte del niño es consecuencia del «pecado» en el que cayeron sus padres por abandonar las tierras del califato. «Lamentablemente, algunos sirios y libios están dispuestos a arriesgar las vidas y almas de aquellos de los que son responsables de criar bajo lasharia -sus hijos- sacrificando a muchos de ellos durante el peligroso viaje a las tierras de los belicosos cruzados gobernados por las leyes del ateísmo y la indecencia», señala el artículo.
Los padres de Aylan y los miles de refugiados que huyen de la violencia yihadista deberían saber que emigrar a territorios no islámicos, según el argumento de ISIS, «es un peligroso pecado, la puerta para que los hijos y nietos abandonen el islam por el cristianismo, el ateísmo o el liberalismo», dice el texto.
Para el grupo, cualquiera que busque como destino algún país cristiano «encontrará refugio en el infierno», según el artículo de Dabiq, una publicación editada en inglés por el grupo terrorista.
Aylan, de sólo tres años, se ahogó junto a su madre y su hermano de cinco años cuando su embarcación se hundió camino a las islas griegas. La foto de su cuerpo tendido en la playa expuso con toda crudeza el drama de los miles de refugiados que huyen del conflicto sirio.
La familia de Aylan vivía en Kobane, una ciudad tomada por ISIS y que fue durante meses escenario de duros combates con los kurdos, en la frontera turca.