El Subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Avruj dialogó en exclusiva con la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS por el homenaje que le realizará está subsecretaría junto a la Embajada de Portugal a Aristides de Souza Mendes, quién fuera cónsul portugués en Francia durante el Holocausto, y salvó a 30.000 refugiados judíos entregándoles visas para que salgan de ese país cuando el Gobierno de Portugal, en ese momento, bloqueó esa medida.
– ¿Por qué es importante seguir reconociendo la labor de estas personas durante la Shoá?
-El homenaje es fundamental para el ejercicio de la memoria, para una construcción ciudadana basada en valores en el respeto a la diversidad, y por sobre todo, a la vida. Las acciones de los hombres cuando son ejemplares, se toman en absoluta soledad, en defensa de la libertad, en dignificar la vida, frente a toda adversidad y riesgo son las que debemos ponderar e incorporar para emular. Eso es lo que pide también la memoria, y además es el rol de la educación.
– ¿Qué aporta en nuestra sociedad,hoy, Aristides de Souza Mendes?
– De Souza, como tantos otros, mostró valentía, dignidad, autoridad moral y libertad de conciencia. Él y los Justos entre las Naciones representan esa luz de esperanza sobre las posibilidades del ser humano. Esa enorme capacidad de pensar y actuar en nombre del bien. De propender al bien. Es un ejemplo para nuestro mundo incluso para nuestros días en nuestro país.
¿De qué se va a tratar el homenaje que van a realizar el 2 de octubre?
– El viernes que viene la Legislatura porteña junto a la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, y con el auspicio de la colectividad portuguesa, la DAIA y el Museo del Holocausto se colocará una placa, en la Plaza de la Shoá, para homenajear a Aristides de Souza Mendes. Allí también se encuentra una placa recordatoria a Raoul Wallenberg. Queremos que todas las embajadas y colectividades se involucren en este proyecto de memoria.
– Tanto España y Portugal crearon una ley para la obtención de la ciudadanía para los descendientes de los judíos sefardíes que fueron expulsados de estos países ¿Cuánto contribuyó esta ley en la reparación de un error histórico?
– Es una restitución del derecho, y además es reconciliar la historia. El reconocimiento del daño producido con la persecución y la expulsión exigía estos actos de justicia. Además es una enorme respuesta al antisemitismo. Le hace muy bien al pueblo judío, pero más aún, al Estado y pueblo portugués. Es para celebrar.