Ocurrió esta mañana en Ankara, poco antes de que en el lugar comenzara una concentración opositora por la paz. Hay más de 100 heridos.
La manifestación había sido convocada por el prokurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP) y otros grupos críticos con el gobierno, de cara a las elecciones y en protesta por la escalada de violencia en el sureste del país desde julio, tras el fracaso de un alto el fuego de dos años y la ruptura de las negociaciones entre el gobierno y el prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Un video difundido a través de las redes sociales muestra, con crudeza, el momento de la explosión: jóvenes bailaban y ondeaban pancartas cuando surgió una enorme bola de fuego. Los equipos de emergencia acudieron al lugar para atender a los heridos y llevarlos al hospital.
De las dos bombas, una fue detonada en medio de un grupo de ciudadanos sin identificación política, y la otra, cercana a un punto donde ondeaban banderas y pancartas del HDP, el partido de la izquierda kurda, y de varias agrupaciones marxistas.
El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado suicida perpetrado hoy en Ankara contra una manifestación de izquierdas, que ha dejado al menos 30 muertos, y lo ha comparado a los ataques de la guerrilla kurda contra soldados y policías turcos.
Erdogan calificó el atentado como un «abominable ataque contra la unidad y convivencia», pero agregó que «no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados», en referencia a los ataques del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).