Cuando Hamas habla de la “empresa sionista”, se refiere al establecimiento de Israel como la patria del pueblo judío. Hamas no sólo se opone a la existencia de Israel en lo que la organización islamista y la mayoría de los musulmanes perciben como tierra “musulmana” y reitera, en cada oportunidad, su deseo de aniquilar a Israel.
Los que piensan que el nuevo acuerdo de “reconciliación” tendrá un efecto moderador sobre Hamas no ven ni oyen lo que él mismo ha estado afirmando antes y después del acuerdo. Uno tiene que dar crédito a Hamas por su claridad, honestidad y coherencia con respecto a su objetivo de destruir a Israel.
Horas después de la firma del último acuerdo en El Cairo, Saleh Arouri, el nuevo vicepresidente electo de la “oficina política” de Hamas, declaró que el próximo paso de su movimiento será unir a todos los palestinos contra la “empresa sionista”.
Según Arouri -un architerrorista buscado por Israel por financiar y planear ataques terroristas – la continuación de la lucha contra Israel debe ser la prioridad número uno de todos los palestinos, especialmente tras el acuerdo de “reconciliación” con Abbas y la Autoridad Palestina. El bienestar de los palestinos en la Franja de Gaza es lo más alejado a Hamas y su nuevo socio, la AP.
Arouri, que viaja de un país árabe e islámico a otro, no radica en la Franja de Gaza. Como tal, no conoce los apagones, la falta de suministros médicos y los hospitales mal equipados con los que la mayoría de los palestinos se enfrentan día tras día. ¿Por qué debe preocuparse por la difícil situación de su gente cuando puede permitirse el lujo de alojarse en hoteles de cinco estrellas en el Líbano, Egipto y otros países?
“Esperamos llegar a un acuerdo con nuestros hermanos de Fatah [la facción gobernante de Abbas] y otras facciones palestinas sobre una estrategia nacional para enfrentar a la empresa sionista”, dijo Arouri en una entrevista con el diario palestino Al-Quds . “No es difícil para nosotros encontrar una fórmula que reúna a todas las facciones. Creemos que enfrentar a la empresa sionista, con todos los medios, es un derecho, y un deber de todos nosotros. Esto no contradice el derecho internacional”.
Traducción: Arouri, como la mayoría de los líderes de Hamas, ve el acuerdo de “reconciliación” como una oportunidad para promover la agenda genocida de la organización contra Israel y los judíos. Él cree que la nueva asociación con Fatah de Abbas debe motivar a las demás facciones palestinas a unir fuerzas en la lucha contra Israel.
Más importante aún, Arouri y Hamas ven el acuerdo de “reconciliación” como un acercamiento de Fatah a Hamas y no al revés. En este caso, el líder de Hamas tiene toda la razón. El acuerdo de “reconciliación” sólo exige a Hamas disolver su gobierno de sombra en la Franja de Gaza. No se le pide que reconozca el derecho de Israel a existir, que renuncie al terrorismo o deponga las armas. Tampoco se le exige que modifique su carta antisemita, que declara abiertamente:
“No hay solución para la cuestión palestina excepto a través de la yihad. Las iniciativas, propuestas y conferencias internacionales son esfuerzos inútiles y una pérdida de tiempo”. (Carta de Hamas, artículo 13).
La carta también pide la eliminación de Israel, y los judíos:
El Día del Juicio no se acercará hasta que los musulmanes luchen contra los judíos (maten a los judíos), cuando el judío se esconda detrás de piedras y árboles. Las piedras y los árboles dirán Oh Musulmanes, Oh Abdulla, hay un judío detrás de mí, ven y mátalo. Sólo el árbol de Gharkad, (evidentemente, cierto tipo de árbol) no lo haría porque es uno de los árboles de los judíos”. (Carta de Hamas, artículo 7)
Lo único que se le pide a Hamas es permitir que el gobierno de la Autoridad Palestina de Abbas administre los asuntos civiles en la Franja de Gaza. Hamas, al menos por ahora, seguirá manteniendo el “control de seguridad” sobre la Franja de Gaza.
Por lo tanto, el acuerdo de “reconciliación” es claramente una sumisión de Fatah a Hamas y no al revés. Abbas y Fatah se arrastraron a Hamas por temor a una posible alianza entre el grupo y el antiguo alto funcionario expulsado de Fatah, Mohammed Dahlan. Hamas jugó muy bien la carta de Dahlan difundiendo noticias de que estaba a punto de llegar a un acuerdo con él para permitirle regresar a la Franja de Gaza, donde serviría como gobernador sin poder de seguridad. Actualmente, Dahlan radica en los Emiratos Árabes Unidos.
El retorno de Dahlan a la Franja de Gaza habría salvado a Hamas de su aislamiento y crisis financiera, especialmente después de una serie de sanciones impuestas por Abbas en la Franja de Gaza en un intento por socavarlo.
Además, a través de su acuerdo de “reconciliación” con Abbas, Hamas espera evitar la reanudación de las conversaciones de paz con Israel. Como ha indicado claramente Arouri en la entrevista:
“Nosotros en Hamas no queremos participar en ningún proceso político con Israel. No queremos esto y esa no es nuestra misión. Nuestra función es perseguir la resistencia hasta que la ocupación se retire de nuestra tierra. Esta es nuestra postura y no ha cambiado. Con el enemigo [israelí], no debe haber un proceso político, sólo debe haber resistencia”.
Para aquellos que no están familiarizados con la terminología y la cultura árabe, la “resistencia” es un eufemismo para el terrorismo. Para Hamas, la resistencia significa cohetes, misiles, atentados suicidas y otras formas de terrorismo contra Israel y los judíos.
Como tal, Hamas confía que mediante el acuerdo de “reconciliación” Fatah se acercará aún más al terrorismo como alternativa a las conversaciones de paz con Israel. Hamas ve la intención de Abbas de volver a la Franja de Gaza como primer paso para que abandone cualquier proceso de paz con Israel a favor de una lucha armada.
Hamas no sólo quiere que Abbas abandone todo proceso político, sino que ahora le advierte que, como nuevo socio, no tiene autoridad para pactar un acuerdo. El mensaje de Hamas a Abbas es: desde ahora, somos socios en la “paz” y en la guerra. Nadie puede sorprendernos firmando un acuerdo político con Israel que se adapte a las opiniones de una facción sobre las demás. Estas son las palabras precisas del líder de Hamas, Arouri.
Conclusión: El acuerdo de “reconciliación” no pretende avanzar ningún proceso de paz ni persuadir a Hamas para que detenga el terrorismo. Tampoco está diseñado para reunir a los palestinos detrás de Abbas y Fatah. Este es un acuerdo que allana el camino para que Abbas y Hamas se conviertan en socios iguales. Hamas tiene razón: ¿Por qué debe permitir que Abbas firme un acuerdo de paz con Israel una vez aceptó sentarse con la organización islamista, que continúa buscando la destrucción de Israel? Como nuevo socio de Hamas, Abbas debería ser considerado responsable de cualquier ataque terrorista que emane de la Franja de Gaza. La asociación implica aceptar la responsabilidad de las acciones y la retórica de sus socios.
El engaño de la “reconciliación” palestina está lejos de ser un paso hacia la paz. En cambio, persigue la lucha contra Israel y la “empresa sionista”, es decir, Israel y los judíos. En su acuerdo con Hamas, Abbas se ha adherido a la versión de “resistencia” violenta de la organización terrorista contra Israel y los judíos. Este es el verdadero significado del acuerdo Abbas-Hamas.
Fuente: Gatestone Institute / Enlace Judío
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