Fuerzas de seguridad comenzaron a desalojar a activistas de una carpintería del asentamiento ilegal de Netiv Haavot en Cisjordania (Judea y Samaria).
Cientos de jóvenes manifestaron en el asentamiento ilegal, que constituye de hecho un vecindario de Elazar en Gush Etzíon, para tratar de impedir la demolición de la estructura, ordenada por la Corte Suprema de Justicia.
Fuerzas de la Guardia de Frontera desalojaron uno por uno a los activistas de extrema derecha de la carpintería, para que la infraestructura pueda ser demolida.
Los manifestantes quemaron neumáticos para entorpecer la tarea de los oficiales.
Aproximadamente un centenar de oficiales estableció un perímetro de seguridad alrededor de la carpintería para evacuarla; mientras jóvenes manifestantes silbaban y coreaban el himno nacional.
Algunos de los manifestantes insultaron a las fuerzas de seguridad y los acusaron de traidores. “Un judío no desaloja a otro judío”, gritaban.
La Corte Suprema de Justicia determinó que la carpintería, erigida como un monumento en recuerdo a los soldados israelíes caídos, y quince viviendas del asentamiento han sido construidas sobre terrenos privados palestinos.
La demolición de las viviendas está programada para marzo de 2018; pero se ordenó que se lleve a cabo antes la destrucción de dos estructuras que no son residenciales. El monumento ya fue demolido anteriormente y luego reconstruido.
Nueve de las viviendas, del asentamiento ilegal, han sido construidas parcialmente sobre terrenos privados palestinos.
El mes pasado, la Corte rechazó una pedido de los habitantes que buscaban salvar las otras seis casas, que solo infringen marginalmente la propiedad de las tierras privadas.
Los habitantes ofrecieron demoler solo las “partes problemáticas” de las casas, muchas de ellas amplias residencias, lo que permitiría que el resto de esos edificios permanezcan intactos.
Si bien la Corte Suprema de Justicia se opuso a la propuesta y sentenció que las quince viviendas deben ser demolidas, el diario Haaretz reportó que el fiscal general, Avichai Mandelblit, está tratando de conceder permisos de construcción a las seis viviendas menos problemáticas, evitando así su demolición.
El presidente del consejo regional de Gush Etzion, Shlomo Neeman, expresó que la evacuación de la carpintería es un momento “muy triste”.
“Se nos dice que es una cuestión de estado de derecho; pero esto es, de hecho, la destrucción de la ley”, aseveró. “Es hora de que el Gobierno reconozca el derecho de nuestra soberanía sobre toda la Tierra de Israel”.
Vía Aurora