Hoy en día, con el culto al cuerpo y la influencia de los medios de comunicación, es normal la proliferación de multitud de dietas. Mucha gente dice, y más al acercarse las fechas veraniegas, “Mañana me pongo a dieta…”.
La forma correcta de perder peso no es ponerse a dieta, sino cambiar los hábitos alimenticios. Para perder peso de forma segura y definitiva, olvídese de las “dietas milagro”, y apúntese a un estilo alimenticio sano.
Reglas básicas
Evite los regímenes hipocalóricos por debajo de 1000 calorías diarias. La pérdida de peso debe tener lugar de forma gradual (1/2 kg. a 1 kg. por semana).
Reduzca drásticamente el uso de alimentos con alto contenido de lípidos. Las grasas de origen animal pueden ser carnes rojas, los embutidos, y los quesos grasos y lo único que hacen es incrementar el nivel de grasa corporal. También se encuentran en condimentos, como la sal y las salsas, y en productos industriales.
Aumente ligeramente la cantidad de proteínas. Las puede encontrar en la carne de ave sin piel, pescados, leche descremada y derivados. Tome muchas vitaminas: fruta, verduras, sales minerales y fibras, legumbres, pan integral y cereales. Los carbohidratos (pan, legumbres, arroz, pasta, trigo, maíz, papas) son “el combustible” que su cuerpo necesita para el día a día, no deje de consumirlos, ellos son la fuente de energía. Consumir verdura cruda, que abulta, sacia y reduce la absorción intestinal de las grasas. Hay que comer muchas ensaladas (lechuga, tomate, pepino, pimiento, escarola, cebolla, zanahoria, espárragos, etc…).Variar lo más posible los menús diarios.
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Coma poco de todo, en vez de mucho de poco, esto ayudará además a que no se aburra de la alimentación. Procure no saltarse nunca las comidas, a fin de no causarle un shock al organismo. También debe intentar comer por lo menos 4 veces distintas al día (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Cuantas más veces active el proceso digestivo, más calorías quemará. Por supuesto, también hay que intentar estar un poco en forma. Realice una actividad física ligera, pero constante: dos o tres sesiones semanales de gimnasia suave o de ejercicios aeróbicos: andar, correr, nadar, bici, aerobic, permiten incrementar los ritmos de metabolismo, quemando calorías con mayor rapidez. Otro alimento que no debe olvidar y que es muy importante es el agua, que por un lado pesa, y por el otro lado desde luego no engorda.
Consejos que sirven para cuidar lo más preciado que a veces desatendemos: nuestra salud.
Dr. David Sznajderhaus (www.docterapi.com)
Médico MN 70.630
Especialista en Trastornos de la Alimentación