El ataque de Hamas a Israel multiplicó los esfuerzos de la comunidad global de inteligencia para evitar que otras organizaciones terroristas repliquen el atentado del 7 de octubre que causó más de 1.200 muertos, incontables torturados y desaparecidos, y al menos 240 rehenes civiles que están cautivos en los túneles secretos de Gaza.
En este contexto, se descubrió una red internacional que responde a Hezbollah, la organización terrorista respaldada por Irán que ya causó dos masacres en Argentina: los atentados a la Embajada de Israel y a la sede de la AMIA, que fueron ejecutados por fedayines que llegaron desde Medio Oriente.
Casi treinta años más tarde, Hezbollah reformó su táctica de ataque original y urdió una alianza con los carteles de la droga que operan en América Latina. El acuerdo es sencillo de explicar: narcotraficantes cometen actos terroristas para Hezbollah, y a cambio la organización fundamentalista provee estupefacientes y un sistema financiero ágil para lavar dinero negro.
“El uso de elementos criminales para promover el terrorismo es un nuevo Modus Operandi de Hezbollah, y en los últimos meses elementos de varios países han sido arrestados, incluidos numerosos arrestos en Brasil que tuvieron lugar en los últimos días, según informó la Policía Federal de Brasil el 8/11″, reveló un documento clasificado de inteligencia internacional que circula a nivel global.
El dossier de inteligencia, al que accedió Infobae, sostiene que “la red terrorista tenía la intención de atentar contra israelíes, judíos y estadounidenses, y fue operada a través de un foco directo ubicado en América Latina, dirigido por dos miembros de la misma familia: un ciudadano libanés-brasileño (Haisam Diab) y un ciudadano sirio-brasileño (Mohamed Khir Abdulmajid), cuyo centro de vida ha sido América Latina durante muchos años, y cuya principal ocupación es el tráfico de drogas.
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El informe de inteligencia añade que Haisam Diab y Mohamed Khir Abdulmajid “se ocupaban personalmente de la logística de enviarlos a mantener encuentros y entrenamientos en el Líbano. La actividad de la extensa red terrorista latinoamericana ya se ha extendido a muchos países del continente, incluidos México, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Perú, Bolivia, Panamá y Nicaragua. Además, también se han detectado miembros de esta red en Europa”.
Irán declaró la Guerra Santa a Estados Unidos e Israel y para cumplir este objetivo realiza acciones a escala global. Tras el atentado de Hamas, el régimen de los Ayatollas atacó a Israel con misiles desde el sur del Líbano, lanzó cohetes desde Yemen con la colaboración de los Hutíes e intentó perpetrar un atentado en Brasil que fue desmantelado pocas horas antes. En los tres casos, Hezbollah estuvo presente.
“Tras la exposición de las características del nuevo MO (modus operandi) de Hezbollah, las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley ahora están logrando localizar a posibles elementos que podrían estar siendo manipulados por Hezbollah, poniéndolos bajo vigilancia, y centrándose más intensamente en la supervisión de elementos criminales pertenecientes a la diáspora chiíta y / o libanesa, lugar ideal para reclutar nuevos operativos de Hezbollah”, sostiene el dossier de inteligencia internacional.
Y añade: “Se encontró que los operativos criminales, principalmente del campo del tráfico de drogas, eran extremadamente útiles para Hezbollah, en virtud de la infraestructura que tienen a su disposición, su amplio despliegue regional-internacional (Europa, América Latina), su acceso a armas y sus habilidades para operar secretamente bajo el radar de las fuerzas de seguridad. Estos agentes fueron reclutados para las filas de Hezbollah, llevándolos al Líbano, celebrando reuniones y entrenándolos para ejecutar actividades terroristas”.
El informe concluye que “la organización de seguridad externa (ESO) (910), encabezada por Talal HAMIAH, es el organismo principal de Hezbollah que mantiene ataques terroristas en el extranjero, y desde su creación ha estado operando principalmente en América del Sur, Europa Occidental y África”.
En este escenario, toda la comunidad judía en América Latina ha reforzado la seguridad de sus edificios y sinagogas, así como el Departamento de Estado ordenó extremar las medidas de control para evitar una sucesión de ataque terroristas ordenados desde Teherán en apoyo a Hamas que aún se esconde en los túneles de Gaza.