Hashem Shaabani, ferviente luchador por los la igualdad y poeta, fue muerto el pasado 27 de enero por el régimen iraní que lo condenó por sus críticas hacia el Gobierno y lo sentenció por ser «enemigo de Dios» y «amenazar a la seguridad nacional».
Según informó la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, junto a Shaabani también ejecutaron a Hadi Rashedi.
Con la muerte de estas dos personas ya suman 300 los ahorcados por el régimen de Hassan Rohani (asumió la presidencia en el mes de agosto).
Amnistía Internacional denunció que en tan sólo dos semanas en el mes de enero, el Gobierno de Irán ejecutó a 40 personas, mientras que el Centro de Documentación de los Derechos Humanos en Irán fue quien informó sobre los 300 casos de muertes por ejecución desde la asunción de Rohani.