La fiscal Viviana Fein y la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado compartieron una audiencia en donde se debatió si la encargada de la investigación por la muerte de Alberto Nismandebe ser apartada de la causa.
Arroyo Salgado no tendrá chance de disputar lo que decida la jueza Palmaghini sobre el destino de la fiscal Fein en la causa. La decisión, técnicamente, es inapelable. Palmaghini convocó la audiencia ella misma -el paso judicial apropiado- luego de dos pedidos de recusación de la querella.En un lapso de 48 horas deberá tomar una decisión.
La audiencia se realizó en una sala minúscula en la Cámara del Crimen sobre la calle Viamonte. Arroyo Salgado llegó a pie, poco antes de las 10, acompañada por su abogado, el defensor oficial Germán Carlevaro, designado por la Defensoría General a comienzos de febrero. El uso de abogados públicos por parte de la querella fue algo muy criticado en la causa, en especial por el abogado defensor de Diego Lagomarsino, Maximiliano Rusconi. Carlevaro, según su currículum, ya había integrado un equipo de trabajo con Arroyo Salgado en 2005.
En la audiencia ante Palmaghini, Arroyo Salgado hizo hincapié en dos puntos que cree elementales para avanzar contra Fein, segùn aseguran fuentes judiciales que conocen los contenidos de la reunión: que no haya contemplado todas las hipótesis y la aparición del perito criminalista Enrique Prueger dentro de la causa, algo que considera una irregularidad grave.
Fein, por su parte, adujo que investigó todas las hipótesis por igual. Mencionó , por ejemplo, los peritajes hechos por la Policía para determinar si se puede entrar al departamento de Nisman en Le Parc sin ser detectado, diversas testimoniales que pidió, registros de entradas y salidas. Todas estas medidas de prueba no se piden en caso de un suicidio. Con respecto a Prueger, explicó que está en sus facultades como fiscal citar a peritos y mencionó la legislación que la avala en ese punto. También, aclaró que Prueger jamás asumió en sus funciones, lo que lo reduce a una irregularidad meramente hipótética.
Hubo dardos de Fein hacia Arroyo Salgado, algunos más encubiertos que otros. La fiscal planteó que si la causa se demora no es por su voluntad, aludiendo a los varios pedidos planteados por la querella. También, le marcó de forma enfática a la jueza federal su «trato agresivo y la falta de respeto» al referirse a ella en ciertas ocasiones y a la función del Ministerio Público. Arroyo Salgado aceptó esto y le pidió disculpas a Fein.
Las tensiones fueron en aumento en el último mes. Fein estalló indignada cuando Arroyo Salgado presentó el informe de sus peritos. El primer pedido de recusación fue un golpe doloroso. Con el tiempo, la fiscal comenzó a hartarse de los múltiples pedidos de la jueza, que ella interpretaba como movimientos tácticos para demorar la investigación y hasta planeó quejarse al respecto en un escrito. Pero cerca de Fein hablan de que la fiscal no quiere abandonar la causa. Enfrentó esta audiencia tranquila y convencida de que recibiría un resultado favorable.
«No hizo realmente nada malo en su actuación, fue conforme a lo que tenía que hacer. No hay nada que amerite que le quiten la causa. El enfrentamiento que tuvo con Arroyo Salgado, con declaraciones en caliente, no le sumó para nada, pero no es motivo para que le saquen el expediente», confía una voz cercana a Fein en Tribunales.
Otros que conocen bien a la fiscal estimaron otro factor de riesgo que podría jugarle en contra: que Arroyo Salgado la saque de quicio en plena audiencia. «La jueza no tiene los mejores modos», dice una fuente.
Sobre el futuro de Fein en la causa, hay otro factor en el horizonte: la chance de que un equipo de fiscales se sume a su tarea investigativa para apoyarla, que se conviertan en coadyuvantes. A comienzos de la causa, un grupo de colegas cercanos a la encargada de investigar la muerte de Alberto Nisman se habían ofrecido para ayudarla. Fein se negó en un primer momento. Sin embargo, este es un punto que puede resurgir en los próximos días.
El equipo de peritos de Arroyo Salgado, liderado por Osvaldo Raffo y Daniel Salcedo, no tuvo un rol en la audiencia de hoy. Sí lo tuvo en el pedido de nulidad de la pericia criminalística ordenada por Fein, presentado ayer ante Palmaghini. Fein había pedido cinco puntos de estudio: Raffo y Salcedo pidieron que se sumen otros 25, afirman fuentes cercanas a la querella.
El abogado de Lagomarsino, Maxiliano Rusconi, no pudo participar de la audiencia a pesar de haberlo pedido formalmente. La Justicia adujo que el Ministerio Público Fiscal tiene «unidad de acción» y que a Rusconi no debería importarle quién esté a cargo de la investigación; la posición de la defensa no debería verse afectada.