El Museo del Holocausto realizó un sentido acto por Iom Hashoá, en el que se recordó el Holocausto y el heroísmo en el marco de los 70 años de la liberación de Auschwitz. El acto fue conducido por el vicepresidente del museo, Guillermo Yanco.
Con la presencia de la comisión directiva de la institución con Claudio Avruj como cabeza del museo; dirigentes comunitarios, sobrevivientes de la Shoá; embajadores de Alemania, Francia, Israel, entre otros; autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, autoridades de la Policía Federal y la Policía Metropolitana; la Escuela Beth que se encontraba realizando una visita en las horas previas y representantes de la colectividad armenia.
El acto de conmemoración de Iom Hashoá comenzó con el discurso del presidente del museo, quién remarcó que es importante seguir transmitiendo el legado de la memoria después de que los sobrevivientes dejen la tierra, y además señalo: «No existen las jerarquías de sufrimiento» en referencia al horror que le toco padecer a los seis millones de judíos que fueron asesinados y a los miles que lograron sobrevivir. Luego se realizó el encendido de las seis velas que fue un momento muy emotivo y sentido por el público presente.
La otra oradora fue la Embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit quién también subrayó que el desafío que se viene es seguir transmitiendo la memoria de la Shoá a las generaciones más jóvenes para que el legado de los sobreviviente no muera con ellos. Otro de los discursos más fuertes del acto estuvo a cargo de la sobreviviente Nusia Gotlib, quién tuvo que abandonar a su familia, ser adoptada por otro y hacerse católica para sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial. Por último, el Rabino Isaak Sacca realizó un kadish, y el acto finalizó con la sobreviviente Ana Dress, quién cantó el Himno de los Partisanos.
Luego del acto el presidente del Museo del Holocausto, Claudio Avruj dialogó con la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS: «Hay que entender cual es la misión que nos toca a nosotros como jóvenes de las generaciones posteriores a la Shoá. Nosotros fuimos educados desde el amor y no desde el rencor. Pero encontramos un enorme vació de conocimiento sobre lo que ha pasado, y cuando eso sucede, se produce lo que está pasando hoy en el mundo».