Dudas por una mancha de sangre en la puerta del baño de Nisman

Es una “pincelada”, que se habría hecho con la cabeza ensangrentada del fiscal. Pero los peritos no coinciden en cómo fue.

La mancha de sangre en forma de “pincelada” que quedó en la puerta del baño en el que murió Alberto Nisman sigue siendo objeto de debate. Esta vez, el perito de la Policía Federal, Nicolás Vega Laiun, y el de la querella, Daniel Salcedo, coinciden en que nunca pudo haberse generado en el momento de la caída del cuerpo de Nisman tras el disparo, mientras que el experto de la defensa, Luis Olavarría, lo admite como posibilidad. Todos, sin embargo, hacen una interpretación diferente respecto de lo que esa mancha indica.

Los tres peritos acordaron en que esa mancha se generó por el contacto de la puerta con el cabello de la cabeza de Nisman ensangrentado por el disparo. Pero Salcedo y Vega Laiun coincidieron, y así se lo explicitaron a la fiscal Viviana Fein, que por el carácter ascendente de la “pincelada”, la mancha en ningún caso podría haberse generado con la caída de Nisman. Olavarría, en cabio, señaló: “La pincelada se produce por el pelo. Este tiene movimiento. Eso se produce en la caída” y luego agrega el movimiento de la puerta como otra posibilidad.

Vega Laiun no establece ninguna hipótesis sobre el cómo o porqué de esa mancha, mientras que para Salcedo, designado por la ex mujer de Nisman, esa pincelada es “el elemento objetivo que indica” que hubo otra persona en el baño con Nisman en el momento del disparo. Según Salcedo, “la marca de arrastre curva que quedó en la base de la puerta como impronta de la cabeza” ocurrió cuando el “matador” salió, porque “al estar fláccida (la cabeza) por no tener aún rigidez en razón de la inmediatez del proceso de muerte, la cabeza osciló articulando su cuello de manera ascendente y descendente”.

Pero si bien Salcedo explica así cómo el presunto asesino habría salido del baño, cuando la fiscal le preguntó si podía precisar cómo había ingresado el perito respondió: “No, porque no hay elementos objetivos que lo indiquen”. Para Vega Laiun y Olavarría la continuidad de las manchas de sangre en todo el mobiliario del baño demuestran que Nisman estaba solo.

Otra de las discusiones de la Junta Criminalística fue si la sangre que manchó la mesada había salido o no de la boca, como sostuvo el perito de Lagomarsino. Cuando el jueves 16 Olavarría declaró ante Fein, indicó que en las fotos se “ven lo que se llama hebras mucosas”, indicio de que la sangre salió de la boca. Sin embargo, aclaró que “para poder establecerlo de modo certero” pudieron haberse realizado dos pruebas: buscar amilasa salival y buscar células de mucosa bucal. Cuando la fiscal le consultó si había practicado alguna de esas pruebas, respondió que no.

Fein y los abogados de la querella le preguntaron a Vega Laiun sobre el tipo de análisis que se hizo sobre la mancha de sangre en forma de “espiga” que apareció sobre la mesada. El perito respondió que sólo se dedica a analizar la morfología de las manchas, y cualquier otro estudio se debe pedir al Laboratorio Químico. La fiscal quiso saber entonces si alguno de los expertos lo había pedido, y Vega Laiun respondió que no. Los abogados de la querella le preguntaron por qué no se solicitó ese estudio el mismo 18 de enero durante el primer operativo, del que él participó. Vega Laiun dijo que no era su responsabilidad, aunque después admitió que esa noche actuó como jefe de servicio de la Unidad Criminalística de la Policía Federal.