Mientras que el Mar Muerto continúa perdiendo agua a un ritmo de más de un metro al año, las carreteras y líneas eléctricas son devoradas por enormes socavones que se forman en la costa israelí.
Unos enormes socavones, cuyo tamaño a veces alcanza el de una cancha de baloncesto en superficie y el de un edificio de dos pisos en profundidad, están haciendo estragos en la costa israelí, devorando tierras junto con carreteras y líneas eléctricas.
El fenómeno se debe a que el mar está perdiendo agua a un ritmo de más de un metro al año y se estima que la escala del problema sólo va a aumentar si no hay una intervención internacional.
Aunque las autoridades aún no publicaron cifras concretas sobre los daños causados, centenares de nuevos socavones aparecen todos los años.
El alcalde del Consejo Regional Tamar, que incluye la parte sur de la costa del Mar Muerto en Israel, Dov Litvinoff, comentó que «no es un problema que puedan enfrentar solos».
La causa principal por la que el Mar Muerto está desapareciendo es que sus fuentes de agua natural, que pasan a través del valle del río Jordán, desde Siria y Líbano, fueron desviadas para fines agrícolas y para conseguir agua potable.
A su vez, los trabajos de minería contribuyen al 30% de este deterioro, de acuerdo con el grupo de investigación parlamentario de Israel.
En consecuencia, cuando el agua retrocede, debajo de la tierra queda expuesta una gran capa de sal, de unos 30 metros, que se formó durante miles de años. Sin las aguas del Mar Muerto que la protejan, el agua fresca de la lluvia y las inundaciones penetra debajo de la tierra y disuelve la capa de sal, creando cavidades que acaban colapsando.
Los socavones dejarán de aparecer sólo cuando las aguas del mar sean restablecidas, lo cual exige una iniciativa internacional, ya que Jordania y Cisjordania también tienen acceso a él.
Pero incluso si todas las partes participaran en la iniciativa, se necesitarían décadas para revertir el daño ecológico causado, advirtió Litvinoff.
El Mar Muerto es un importante destino turístico, no obstante, dos playas populares ya se vieron obligadas a cerrar, y las autoridades temen que este sector pueda empezar a sufrir un impacto cada vez mayor.
También podría resultar perjudicada la industria minera, ya que en esta región compañías como Israel Chemicals y Arab Potash Company de Jordania extraen minerales para exportarlos a todo el mundo.
Por Ricardo Flesler, Israel en Línea