La querella que representa a las hijas del ex titular de la UFI-AMIA y el fiscal de Cámara Ricardo Sáenz pretenden que Fabiana Palmaghini asuma la conducción del caso e impute a Diego Lagomarsino.
La jueza federal Sandra Arroyo llegó a las 11:30 a la sede de la Cámara del Crimen ubicada en la calle Viamonte para participar en representación de sus hijas de una audiencia que definirá el futuro de la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman. También está en la sala el fiscal de Cámara Ricardo Sáenz, quien comparte con la querella un pedido para imputar a Diego Lagomarsino como sospechoso por la muerte de Nisman.
La audiencia comenzó con una exposición de la querella, que insistió con su pedido para correr a la fiscal Viviana Fein de la instrucción de la causa. En derecho penal, hay determinados casos en donde la investigación puede quedar en cabeza del juez o del Ministerio Público Fiscal. Desde el día en que Nisman fue hallado muerto en su departamento de Puerto Madero, Fein asumió la dirección de la pesquisa. Arroyo Salgado pretende que a partir de ahora el expediente caiga en manos de la jueza Fabiana Palmaghini, que hasta ahora se mantuvo en el rol de defender las garantías constitucionales.
«Las niñas Nisman tienen derecho a saber cómo murió su papá y el Estado les debe un juicio justo. Las pruebas están a la vista, la jueza dispuso 46 medidas en las que prácticamente le tuvo que decir qué hacer a la fiscal», planteó el abogado de Arroyo Salgado, según informaron fuentes judiciales a Infobae. De acuerdo a la mirada de los profesionales que asisten a la ex mujer de Nisman, la jueza Palmaghini, tiene «el deber de evitar que la investigación termine de malograrse».
El planteo fue respaldado por el fiscal Sáenz, quien aseguró que «los argumentos de la querella son de peso» e insistió con su idea de que Lagomarsino debe ser imputado como sospechoso por la muerte de Nisman, tal como adelantó Infobae en una nota publicada ayer.
«Están todas las hipótesis abiertas y a mi juicio no podemos escindir la entrega del arma de la muerte. Tratar a Lagomarsino sólo como imputado por el suministro del arma es una ficción. Pido que se ponga blanco sobre negro lo que está sucediendo», planteó el fiscal.
El abogado de Diego Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, se opuso terminantemente a los pedidos de la querella y del fiscal Sáenz. «El recurso de apelación debe ser considerado desierto, no estamos de acuerdo con que la investigación esté mal hecha, no hay pruebas de ello», aseguró.
Rusconi dijo además que hay pruebas de que la querella -Arroyo Salgado- entorpeció el avance de la instrucción y pidió considerar «desierta» la adhesión del fiscal para que la jueza Palmaghini asuma la dirección del expediente.
Fuente: Infobae