Creen que el testimonio de la presidente podría esclarecer la causa, porque desde un principio tuvo información que desconocían los investigadores. Además criticaron la investigación.
La presidente Cristina Kirchner sorprendió a varios cuando al hablar de la muerte del fiscal Alberto Nisman mencionó que el fallecido había recibido una orden para interrumpir sus vacaciones y volver al país dejando «a su pequeña hija sola en el aeropuerto de Barajas». Días más tarde, hablaría sobre Diego Lagomarsino: «concurría, según hemos podido saber, asiduamente a su departamento (el de Nisman)». Como la mandataria conocía más sobre este vínculo que Sandra Arroyo Salgado, la ex mujer del fiscal, sus abogados creen que la presidente tiene información que esclarecerá la causa y buscan que la citen a declarar. «La república está en crisis y en peligro porque hay una clara intromisión del Poder Ejecutivo en una investigación judicial, algo que está expresamente prohibido en la Constitución Nacional», afirmó uno de los abogados contratados por Arroyo Salgado, Federico Casal.
«A Cristina deberían llamarla a declarar. Próximamente va a dejar los fueros y el primer juzgado que tiene que pisar es este. O cuanto menos, declarar como testigo por escrito ahora que es presidente», dijo otro de los abogados contratados por Arroyo Salgado, Manuel Romero Victorica. Si bien aún no presentaron formalmente el pedido, barajan hacerlo más adelante, porque entienden la falta de declaración de la presidente se enmarca dentro de las falencias en la investigación de Viviana Fein.
Según indica el diario Perfil, Fein, que regresará de su licencia de nueve días el lunes,presentaría su dictamen durante las primeras semanas de noviembre, o sea, después de las elecciones presidenciales, cosa que la querella no ve con buenos ojos. «Politizarla es el peor enemigo de la investigación», sentenció Casal, mientras que Romero Victorica agregó que «los integrantes de este estudio no estamos a favor ni en contra de ningún candidato y nos manejamos únicamente con los tiempos judiciales, no con la agenda de la política».
Los abogados no quieren que se aparte a Fein de la investigación,sino que la causa la lleve adelante la jueza de instrucción Fabiana Palmaghini, porque consideran ineficaz el trabajo de Fein. «Entendemos que tiene desde un principio un criterio subjetivo basado en la hipótesis del suicidio casi con exclusividad», indicó Romero Victorica. Y los abogados se oponen a esta idea, ya que no los convence el ángulo del disparo ni la falta de residuos de pólvora en las manos del cuerpo. «Tenemos tres huellas dactilares en el departamento y no se envió una alerta para cotejarlas», agregó Casal.
Ambos insisten en no olvidar el contexto de la muerte del fiscal: había llamado a su secretaria para que lo ayudara, porque pensaba intensificar la labor de lo que tenia que hacer el lunes. Incluso se encontró en su escritorio un documento titulado «Las mentiras de CFK», en el que Nisman enumeraba las falacias, que a su entender, la presidente había declarado públicamente sobre la denuncia de encubrimiento en su contra y del Canciller Héctor Timerman .»El magnicido es una hipótesis, hay que acreditarla. No es una muerte más de las que se investigan a diario en la justicia», aseguró Casal
Romero Victorica deslizó que alguien limpió las huellas en la casa de Nisman, porque «al departamento iba la madre, la persona de servicio, amigos ¿no hay huellas de Lagomarsino tampoco? Desaparecieron. Si alguien lo mató, lo hizo un profesional que se aseguró de que la escena del crimen quedara como un suicidio». Según Casal, no son solo ellos quienes consideran que la investigaciòn estuvo mal hecha, pues asegura que el propio Ministerio Público Fiscal reconoció las irregularidades.
Fuente: Infobae