Nuevos cruces entre Viviana Fein y la familia de Alberto Nisman por la pericia sobre el arma

Tras una serie de pericias, expertos concluyeron este lunes que la pistola Bersa calibre .22 que disparó la bala que mató a Alberto Nisman deja rastros de pólvora en las manos al ser disparada. Ese rastro no fue encontrado en el cuerpo del difunto fiscal. Pero para la fiscal Viviana Fein, «esa prueba sola no es concluyente» para determinar que el ex investigador del caso AMIA haya sido asesinado.

«No podemos decir que se suicidó ni que lo asesinaron», aclaró esta mañana la funcionaria, luego de haberse reincorporado al trabajo tras la licencia de unos días que se tomó por la muerte de su madre.

Casi al mismo tiempo que Fein hablaba con el periodista Luis Novaresio en radio La Red, la jueza Sandra Arroyo Salgado fue entrevistada por Marcelo Longobardi en radio Mitre. «Tenemos muchas pruebas que muestran que fue un homicidio, y casi ninguna de que fue un suicidio», cuestionó la ex esposa de Nisman.

Fein sostuvo exactamente lo contrario y sostuvo que hoy «no hay pruebas concretas de un homicidio» y ni siquiera hay hasta el momento evidencia de que haya habido una segunda persona en el departamento, como asegura la querella.

«No le puedo decir si lo mataron ni se suicidó hasta no terminar mi investigación y elaborar dictamen», argumentó la fiscal. Sus palabras, sin embargo, estuvieron claramente orientadas hacia la teoría de que la muerte de Nisman fue un suicidio.

Consciente de esa inclinación, la propia Arroyo Salgado tiene pocas esperanzas puestas en el dictamen que surja de la investigación: «Nuestra esperanza está puesta en la Corte. Ahora tenemos una prueba concluyente que nuevamente pareciera que para la fiscalía no lo es. Estamos a ocho meses y no se pudo avanzar en lo que es el primer tramo de la investigación».

«Para sostener que fue un suicidio tenemos que decir que usó guantes, luego se los sacó y los tiró por la ventana», ironizó la jueza, ya con pocas esperanzas de que el dictamen señale que fue un asesinato.

«No le puedo decir si lo mataron ni se suicidó hasta no terminar mi investigación y elaborar dictamen», argumentó la fiscal. Sus palabras, sin embargo, estuvieron claramente orientadas hacia la teoría de que la muerte de Nisman fue un suicidio.

Consciente de esa inclinación, la propia Arroyo Salgado tiene pocas esperanzas puestas en el dictamen que surja de la investigación: «Nuestra esperanza está puesta en la Corte. Ahora tenemos una prueba concluyente que nuevamente pareciera que para la fiscalía no lo es. Estamos a ocho meses y no se pudo avanzar en lo que es el primer tramo de la investigación».

«Para sostener que fue un suicidio tenemos que decir que usó guantes, luego se los sacó y los tiró por la ventana», ironizó la jueza, ya con pocas esperanzas de que el dictamen señale que fue un asesinato.

Por su parte, la investigadora insistió en que lo que la defensa de la familia de Nisman dice por los medios es muy distinto a lo que luego sostienen en la causa. «Si los querellantes afirman por los medios el tipo legal del homicidio, que traigan pruebas a la causa», desafió. Recordó además que, a comienzos de la investigación, la propia ex mujer de Nisman había reconocido la posibilidad de que se tratase de un suicidio: «El día 26 de enero, la doctora Arroyo Salgado manifestó que cuando le llega la noticia del fallecimiento del doctor Nisman, pudo haber atribuido tal hecho luctuoso a una ingesta de pastillas».

Fuente: Infobae

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