Al menos nueve presuntos miembros del grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y dos policías murieron este lunes en un tiroteo en Diyarbakir, al suroeste del país. El incidente es el más grave en suelo turco desde que el gobierno de Ankara se unió el año pasado a la coalición contra los yihadistas.
El tiroteo tuvo lugar de madrugada, cuando unidades de la policía antiterrorista tomaron por asalto varias casas del centro de esta gran ciudad turca de mayoría kurda buscando a yihadistas. Allí se atrincheraban los terroristas, que abrieron fuego provocando la respuesta de las unidades regulares, señalaron las fuentes.
Durante la mañana se volvieron a registrar violentos tiroteos en el mismo barrio, donde la policía sospecha que se encuentran atrincherados más yihadistas, observó un periodista de la agencia de noticias AFP en el lugar.
Las autoridades turcas designaron al Estado Islámico como el «sospechoso número 1» del doble atentado suicida que causó la muerte de 102 personas el 10 de octubre pasado cerca de la estación de ferrocarril, el más mortífero en la historia de Turquía.
En las últimas dos semanas, las fuerzas de seguridad turcas detuvieron a numerosas personas sospechosas de formar parte del ISIS
Entre los detenidos figura una alemana sospechosa de haber pasado de Siria a Turquía para cometer más atentados.