Tras dos semanas de licencia, decidirá si indagará al narco colombiano, quien está detenido en Ezeiza y había anticipado tener datos sobre la ex SIDE.
La fiscal de instrucción Viviana Fein retomará mañana la investigación por la muerte del ex titular de la Unidad AMIA Alberto Nisman, tras permanecer dos semanas de licencia.
A diez meses del hecho, Fein retoma su fiscalía luego de tomarse las vacaciones que tenía pendientes desde enero pasado y que debió postergar por quedar a cargo del hallazgo sin vida de Nisman, en el piso 13 de las torres Le Parc en Puerto Madero. Durante este tiempo, fue reemplazada por su par Estela Andrades.
Cuando aún no hay definición si Nisman se suicidó o fue asesinado, Fein tiene pendiente resolver si citará al colombiano Henry Jesús López Londoño, alias «Mi Sangre», acusado de ser uno de los mayores narcotraficantes de la región.
Detenido en Ezeiza, Londoño iba a declarar por videoconferencia esta semana pero pidió postergar su testimonio hasta después del ballottage. «Voy a hablar de la ex SIDE y de funcionarios públicos argentinos», anunció desde prisión, aunque reconoció no tener información concreta sobre la muerte del fiscal sino sobre personas vinculadas a su investigación.
Otras cuestiones pendientes de Fein es resolver cuando volverá a recibir a Alberto Mazzino, el último funcionario de la SIDE que habló con Nisman, y la citación de otro agente clave, Fernando Pocino.
Además, la fiscal espera los pedidos de información a Microsoft para conocer el contenido de dos cuentas de correo electrónico atribuidas a Nisman. Se trata de un paso procesal clave luego de las conclusiones arrojadas por las pericias criminológicas y de la junta médica.
Sin embargo, lo cierto es que Fein no tiene plazo alguno para concluir la investigación y ya había anunciado que no habrá novedades en la causa hasta después de las elecciones presidenciales. Incluso, hay dudas si finalmente se expedirá al respecto antes de fin de año.
«Mi Sangre» prometió brindar información relevante sobre funcionarios públicos y agentes de inteligencia que estaban vinculados a la investigación de Nisman.
La querella insiste en que Nisman murió como consecuencia de un homicidio y dijo que así lo demostraron sus peritos tanto por la posición en que quedó el cuerpo como por otras pruebas, como la falta de pólvora en las manos de la víctima, lo que hubiese determinado que él accionó el arma calibre 22.
Ese arma es del empleado informático Diego Lagomarsino, quien confesó que el sábado por la tarde noche se la llevó al fiscal a Le Parc ya que éste se la había pedido prestada por seguridad.
Por ello es que Lagomarsino sólo está imputado por haber entregado el arma, no así por la muerte de Nisman, aunque sobre él la querella a cargo de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, ex esposa del fiscal, sembró dudas al señalar que para la junta médica el horario de la muerte pudo haberse extendido aún al sábado.
Fuente: Infobae