AMIA emitipo u su preocupación por el cierre de la investigación sobre la extraña situación registrada, a metros de su edificio, el 23 de noviembre pasado
A diez días de haberse registrado, a metros de la sede de Pasteur 633, una situación extraña que despertó fuertes sospechas, las autoridades de la AMIA desean expresar su gran preocupación no sólo por la falta de una investigación exhaustiva y cabal de los hechos acontecidos que permitan descartar de plano cualquier indicio de una eventual agresión contra la institución, sino también por el cierre de la causa, del cual la entidad no fue oportunamente informada.
Como fue de público conocimiento, el pasado lunes 23 de noviembre en horas del mediodía, un hombre que transitó por la vereda de la institución dejó abandonado muy cerca de la puerta de ingreso al edificio, un carro cargado de cartones y con una mochila en su interior. La particular situación despertó dudas y motivó la inmediata puesta en marcha del protocolo interno de seguridad, y la intervención de las fuerzas policiales correspondientes.
El hombre que abandonó los objetos mencionados en la vereda de la AMIA fue detenido y trasladado a la Comisaria 7º de la ciudad de Buenos Aires, ubicada en la calle Lavalle 2625. La carátula dispuesta fue la de “intimidación pública”, y la causa recayó en el Juzgado Federal Nº 8, Secretaría 16.
Tal como se hizo referencia, la situación detallada provocó la implementación de rápidas medidas de seguridad para resguardar a las personas dentro y fuera del edificio, como así también de vecinos de la cuadra y transeúntes que pasaban por el lugar. El operativo se extendió por casi dos horas e incluyó la detonación controlada de los objetos encontrados.
Ante el transcurso de los días sin recibir información oficial alguna, las autoridades de la AMIA decidieron consultar sobre la marcha de la investigación. Fue entonces que se tomó conocimiento del sorpresivo cierre de la causa y la liberación de la persona que había sido detenida.
Para quienes dirigen la institución, la prevención y la garantía de seguridad constituyen pilares fundamentales a no descuidar ni desatender en ningún momento y bajo ninguna circunstancia.
Lejos de querer generar intranquilidad o preocupaciones desmedidas, AMIA se ve en la obligación de recordar que el hecho de haber sido elegida como blanco del terrorismo internacional hace ya casi 22 años -en un atentado que causó la dolorosa pérdida de 85 vidas y 300 heridos- nos hace responsables de exigir los mayores niveles de seguridad y prevención.
Ante la extraña situación registrada el pasado 23 de noviembre, la institución solicita conocer los motivos por los cuales se dispuso el cierre de la causa y estar al tanto de los elementos que surgieron en el marco de la investigación llevada adelante. AMIA exige a los máximos representantes del Estado que dispongan de todas las medidas necesarias a fines de garantizar la seguridad de las personas.