Es habitual esta práctica en algunos medios, la deformación de la noticia. Israel tiene determinado como castigo la destrucción de las viviendas de los terroristas que cometan atentados. Esta sanción está permitida según la ley israelí. Se trata de una medida adoptada en el pasado por Israel, especialmente contra viviendas de las familias de atacantes suicidas en los territorios palestinos. Sin embargo para el medio español 20 minutos es una venganza contra un palestino que mató a «hombre en un asentamiento».
Es casi una apología del asesinato culpando al que cumple con la ley.
No es una venganza derribar la casa de un terrorista, es una lección ejemplar que denota castigo y consecuencia, que hace notar que el crimen no paga, y que además un asesino terrorista y odiador de Israel, no puede vivir es esta tierra. Es una sanción maravillosa contra el terorismo.
Una sociedad que estuvo más de 350 años bajo la inquisición, invasión islámica moderna y sazonada con ideología de la izquierda póstuma, es muy difícil que no caiga en el antisemitismo.