La Comisión Ministerial de Legislación aprobó la propuesta del diputado Moti Yogev, del partido religioso nacional Habait Haiehudí, que permitiría expulsar a los parientes de los terroristas de sus aldeas y ciudades a otras partes de Cisjordania. Todavía restan tres votaciones en el pleno del Parlamento para convertirse en ley.
(Vía Aurora)
Los defensores del proyecto de ley sugieren que la disuasión es el eje de la política de seguridad de Israel, una forma de salvar vidas y mantener la ley y el orden.
Sin embargo, la presentación del proyecto ha sido postergada varias veces por el propio primer ministro, Benjamín Netanyahu. Y el asesor legal del Gobierno, Avichai Mandelblit, la rechaza de plano, enfatizando que es “inconstitucional” y que no se puede castigar a los familiares de un terrorista sin probar que ayudaron intencionalmente al atacante. En la misma sintonía, el director del Servicio de Seguridad General (Shabak), Nadav Argaman, destaca que servirá muy poco para aumentar la disuasión de Israel.
No obstante, el ministro de Educación, Naftalí Bennett, y la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, ambos del partido religioso nacional, que representa, entre otros, a los colonos de los asentamientos, empujaron a los miembros de la Comisión Legislativa a votar.
Bennett elogió la votación ministerial diciendo que es “un importante paso en la lucha contra el terrorismo y la restauración de la disuasión”.
“Los judíos son asesinados porque la participación en los ataques terroristas se han convertido en un negocio lucrativo y las consideraciones legales paralizan al establishment de defensa en contra de actuar”.