Durante los primeros días de marzo, representantes de Fundación Judaica se sumaron a la Misión Solidaria en Israel, liderados por el Rab Sergio Bergman, presidente de la WUPJ, y Shoshana Dweck, presidenta de Arzenu.
Participó un grupo de 20 personas de distintas instituciones reformistas del mundo.
Desde Fundación Judaica, en una carta firmada por Berenice Arce, Carolina Baert, Miriam Olchansky e Iván Sucari, afirmaron: «Hoy todos debemos ser portavoces del horror en su máxima expresión y sus causas colaterales. Como líderes, estamos frente a un nuevo desafío solidario, donde es necesario accionar para lograr un cambio y traducir nuestros valores en acciones».
«Israel no es ni será la misma. Hablamos hoy cómo ‘Israel, el día después’ saldrá fortalecida a partir de la oscuridad del 7/10, fecha que marcó una herida en cada de uno de los ciudadanos israelíes y la diáspora. Nos afecta a todos. Fue y es una amenaza a toda la humanidad, es un acto terrorista. Pero una vez más, el mundo parece dormido, hay quienes siguen negándose y continúan con sus ojos vendados o mirando para el otro lado.
No olvidemos que estos terroristas no buscan eliminar únicamente a judíos, podemos citar una lista extensa de atentados alrededor del mundo», agrega el texto.
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Además, manifestaron: «En seis días fuimos testigos de las dos caras de la moneda. La primera es la fortaleza Israelí ante la adversidad y la unión de una nación quebrada respondiendo desde el minuto uno luego de la masacre. Cada civil, cada líder fue capaz de organizar con calma cada situación; la otra cara fue ver el horror con nuestros propios ojos, recorrer las huellas de la destrucción y la muerte. No existe palabra para describir tanto odio».
También agregaron: «Nos llevamos hoy los mensajes de cada encuentro, de cada uno de ellos, quienes dejaron sus puestos de trabajo y se uniformaron para salvar a sus ciudadanos y a la nación. Quienes ofrecieron sus instituciones para recibir evacuados de los barrios más afectados y hospitales recibiendo heridos en combate y aquellos que estuvieron cerca de estos ataques y fueron víctimas, directa o indirectamente. Historias hay miles. Todos unánimemente se repiten: no hay tiempo para pensar en el día después, hoy hay que trabajar para la gente».
«El objetivo pendiente y principal hoy es que los secuestrados vuelvan a casa. #BringThemHomeNow se repite en cada rincón de Israel. Segundo y no menos importante: el apoyo y presencia de cada unos de nosotros; las visitas de todo el mundo no hace más que devolverles esperanza y fuerza. No están solos, no estamos solos. Todos somos uno, todos somos un pueblo. Am Israel Jai», concluyeron.