Mauro Berenstein fue elegido como nuevo presidente de DAIA con el 51,5% de los votos (85) al vencer a Darío Epstein, que obtuvo el 45,5% (75 votos). Una elección que fue con final incierto hasta que se prendieron las pantallas del Hotel Libertador que indicaban al ganador.
Berenstein proviene del área de la educación, ya que fue presidente de la Escuela Bialik y titular de la Federación de Escuelas Judías (FEJA). Tiene 45 años y conformó una comisión directiva diversa con Mónica Sucari (expresidenta de FACCMA), Gabriel Salem (proviene del sector ortodoxo), Marina Degtiar y Gustavo Sakkal, entre sus dirigentes más cercanos.
También es parte Ricardo Furman como tesorero. Este último ayer no estuvo presente y todavía no se sabe que sucederá con él luego de la polémica desatada en la última semana por la posición de uno de sus hijos contraria al gobierno de Israel y declarado antisionista.
En caso de presentar su renuncia, como ha trascendido, lo sucederá en el cargo el protesorero electo, David Sznajderhaus.
Jorge Knoblovits, Marcos Cohen, el Rabino de AMIA, Eliahu Hamra, el Rab Alejandro Avruj y Osvaldo Ofman, entre otros, tuvieron un fuerte apoyo externo a la candidatura de Berenstein en esta elección.
Tras ser elegido como nuevo presidente de la DAIA, Berenstein dialogó con Vis á Vis y afirmó: «Las primeras sensaciones son de mucha emoción, mucha responsabilidad y creo que tenemos un desafío grande».
El primer objetivo
«Los primeros pasos son escuchar todas las voces y lograr que la comunidad sea una sola. Me voy a juntar con todas las instituciones que no eligieron nuestra propuesta para escucharlos y para ver qué podemos hacer para que sea una sola kehilá».
Cuándo sintió que podía imponerse su propuesta
«La verdad que durante toda la elección sentimos que teníamos ventaja, teníamos un equipo muy bueno, una propuesta muy sólida y sobre todo un equipo de gente humana de primera. Y creo que eso fue lo que nos acompañó, nos dio garantía de que nos iba a ir bien».
La asunción
«El 4 de diciembre sería la asunción. El primer proyecto es juntar a la kehilá, a todos, escuchar las voces de todos, juntarnos a todos y hacer una sola kehilá, sin diferencias, sin grietas, sin nada. La responsabilidad nuestra es con toda la comunidad judía».