El Ministerio de Salud de Israel publicó un protocolo para los hospitales que recibirán a los secuestrados liberados en el inminente acuerdo con Hamás.
Hagar Mizrahi, jefa de la División de Medicina General del Ministerio de Salud, explicó las etapas del protocolo, que son diferentes a las de los rehenes que fueron liberados en noviembre de 2023..
Las etapas en las que se los tratará será de atención, tratamiento y apoyo a largo plazo.
Los seis hospitales designados para la atención médica inicial son Ichilov, Beilinson, Sheba, Shamir, Barzilai y Soroka. Se eligieron porque están ubicados cerca de Gaza y pueden tratar casos graves con rapidez. El Ministerio de Salud recomienda un período mínimo de hospitalización de cuatro días para cada persona que regresa, aunque esto queda sujeto a la discreción de la persona y su familia.
“Puede ser que los rehenes padezcan el síndrome de realimentación, en el que, debido a la falta de comida en cautiverio, intentan compensarse, especialmente con carbohidratos, y esto puede llevarles a sufrir daños”, dijo.
“La recomendación para los rehenes que regresan será que permanezcan en el hospital durante al menos cuatro días. Algunos de los rehenes que regresaron en el pasado y permanecieron menos tiempo informaron más tarde que probablemente deberían haberse quedado más tiempo. Este es un protocolo actualizado. Los hospitales tienen una responsabilidad ampliada, incluso después de la liberación, especialmente en el campo de la salud mental», manifestó.
“Hay una gran complejidad debido al largo período de tiempo que pasaron en cautiverio, tanto desde el punto de vista de la salud mental como desde una perspectiva nutricional”, agregó.
Cada secuestrado que regrese será tratado en instalaciones separadas diseñadas específicamente para rehenes. Estas incluirán habitaciones privadas para el repatriado y sus familiares acompañantes. Se ha dado instrucciones a los hospitales para que separen las áreas generales para reuniones más grandes de los espacios privados, que incluyen áreas para dormir, salas de reuniones y zonas de descanso. Cada habitación tendrá su propio baño y ducha.
Según el protocolo, los hospitales proporcionarán refrigerios a las familias, pero al mismo tiempo existe la preocupación de que los rehenes liberados sufran desnutrición grave y puedan desarrollar el síndrome de realimentación.
Leer más – La declaración de Hamás luego de que se confirmará el acuerdo con Israel
Además, el protocolo destacó la importancia de un lavado e higiene adecuados de las manos, debido a la preocupación por los patógenos.
“Se debe informar a las familias y a sus invitados que fotografiar en la zona y subir materiales a las redes sociales puede causar daños a los liberados del cautiverio de Hamás”, añaden las directrices.
Habrá espacios para representantes militares, lo que permitirá reuniones aisladas para minimizar la congestión causada por grandes multitudes en los pasillos del hospital. Esta decisión surge de experiencias anteriores de retorno de rehenes en las que el hacinamiento dificultó el tratamiento médico y alteró el proceso de recuperación.
Se ordenó a los hospitales que limiten el número de visitantes en estas áreas. Estarán cerradas para los visitantes fuera de los horarios designados para visitas familiares.
Una vez que se confirme el regreso de un secuestrado, los hospitales recibirán su información médica personal.
Estos datos se revisarán en forma temprana para evaluar cualquier problema de salud que surja de un cautiverio prolongado. Incluidas posibles complicaciones o la exacerbación de condiciones preexistentes. Algunos rehenes pueden haber tenido enfermedades crónicas antes del secuestro y los hospitales se ocuparán de mantener la confidencialidad de los registros médicos de los cautivos.
Los hospitales también tienen la tarea de crear un marco de apoyo médico permanente para cada persona que regrese.
Este marco incluirá un equipo médico designado compuesto por médicos de atención primaria, enfermeras, especialistas consultores, trabajadores sociales, psicólogos, psiquiatras, dietistas y médicos forenses. El equipo se reunirá según sea necesario para garantizar una atención integral y desarrollar planes de tratamiento personalizados.
Los trabajadores sociales acompañarán a los liberados desde el momento de su ingreso. Además, interactuarán con ellos y sus familias y recomendarán intervenciones psicológicas o psiquiátricas cuando sea necesario. Durante el período de hospitalización, el trabajador social identificará una persona de contacto clave para la atención de seguimiento posterior.
Los dietistas controlarán el peso, la altura y los resultados anormales de los análisis de sangre de los liberados mientras gestionan sus complejas necesidades nutricionales.