Un alto funcionario israelí declaró el lunes que Israel no aceptará el acuerdo de alto el fuego de cinco años propuesto por Hamás. Incluso si incluye el regreso de todos los rehenes retenidos en Gaza. La propuesta, presuntamente respaldada por algunos estados árabes, fue descrita por Israel como una peligrosa «hudna» que permitiría a Hamás rearmarse y reagruparse.
«No hay ninguna posibilidad de que acordemos una tregua que permita a Hamás reconstruirse y continuar su guerra contra Israel con mayor fuerza», dijo el funcionario.
Israel enfatizó que su actual estrategia militar gradual en Gaza, en lugar de operaciones a gran escala tras el último alto el fuego, tenía como objetivo preservar las posibilidades de un acuerdo sobre los rehenes. «Seguimos intentando agotar los esfuerzos para llegar a un acuerdo, pero nuestra paciencia es limitada», declaró el funcionario.
Según informes, la oferta de Hamás incluía la liberación de todos los rehenes en una sola fase a cambio de una tregua a largo plazo. Sin embargo, Israel mantiene su exigencia de desmantelamiento de Hamás y ha criticado los esfuerzos de mediación cataríes por considerarlos «inútiles»
«Los cataríes han tenido una influencia negativa en las negociaciones», según el alto funcionario. Además, Israel admitió que, a pesar del plan del presidente estadounidense Donald Trump de desplazar a los gazatíes, «la salida aún no es masiva. Tenemos solicitudes de países occidentales que desean expulsar a sus ciudadanos. Canadá nos contactó y nos dijo que hay familiares que desean salir. Nuestros principios son expulsar a quienes desean irse por voluntad propia, y, por otro lado, a quienes desean absorberlos».
En cuanto a Irán, el funcionario afirmó una estrecha coordinación con Estados Unidos, señalando la alineación con el objetivo de Washington de impedir que Irán obtenga armas nucleares. Desestimó cualquier implicación israelí en la masiva explosión de la semana pasada en el puerto iraní de Bandar Abbas, de la que Teherán ha atribuido parcialmente a Israel.
A nivel nacional, las familias de los rehenes expresaron su indignación por lo que describieron como la falta de una estrategia clara del gobierno para la liberación de sus seres queridos. «Una vez más, el ‘alto funcionario’ nos dice lo que no harán, pero no lo que harán», declaró el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas. Instaron a la oficina del primer ministro Netanyahu a reunirse directamente con las familias.