En Tel Aviv, se inauguró el monumento en honor a las víctimas gays y lesbianas que fueron perseguidas por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un triángulo rosa, ya que es el símbolo que debían llevar los homosexuales en los campos de concentración.
Eran Lev, miembro del partido Eretz, fue quien continuó el proyecto que ideó el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai. El valor del monumento fue de una cifra cercana a los 42.000 dólares.
Lev dijo que «la ubicación del monumento en el parque, cerca del ambiente gay de Tel Aviv, es simbólica, ya que fue una de las primeras restricciones impuestas por los nazis a los judíos: no podían ir a los parques públicos».
El miembro de Eretz finalizó diciendo: «En lo que a mí respecta, no es un monumento, sino un lugar de tranquilidad que invitan al visitante a sentarse, contemplar, reflexionar y estar en soledad».