La escritora Myriam Moscona publicó el año pasado «Por mi boka. Textos de la diáspora sefardí en ladino» por la editorial Lumen, y intenta mostrar a través de relatos la lengua ladina que fue conservada en el seno de muchos familias que vivieron en Bulgaria, Yugoslavia, Francia e Italia.
El libro también incluye selecciones de la Biblia de Ferrara (1953), Meam Loez (vólumenes publicados en el Siglo XVIII), Clarisse Nicoidski, Juan Gelman, Marcel Cohen, y la poeta argentina de origen turco, Denise León. En los textos seleccionados están un apéndice con «traducciones» al judeo-español de fragmentos de «El Quijote» y del primer canto del libro «Martín Fierro», sumado a un párrafo de «El Principito». Por lo tanto los escritos tienen un arco histórico que va del Siglo XVI al XXI.
A Moscona le llama la atención como pese a que las familias fueron expulsadas de España mantienen una pasión por ese país. Además agregó: «El libro trata de dejar una memoria de algo que ya no va a pasar a otra generación. Es tristísimo ver morir a una lengua y qué se pierde con ellos: sus palabras, sin duda, pero hay algo mucho más profundo, algo que ya no va a pasar a otra generación y que tiene que
ver con una concepción del mundo, con una filosofía que contienen las palabras».