Como lo describiera en el artículo anterior los campos de concentración y exterminio conllevaban importantes contratos de construcción y ganancias de dinero, siempre utilizando la mano de obra esclava.
El campo de Dachau , cerca de Munich , fue el primer campo oficial de concentración establecido por los nazis, el mismo llegó a ser el «campo modelo» por su organización, orden y eficacia para la tortura. Theodor Eicke fue el encargado de la administración del campo y de refinar los procedimientos de brutalidad con que se trataba a los reclusos.
Los castigos más devastadores psicológica y físicamente se reservaban para los prisioneros judíos considerados¨ enemigos inhumanos del estado¨.
El padre Benhard Lichtenberg era un sacerdote católico alemán activista de la Catedral de Santa Eduvigis en Berlín, fue uno de los pocos católicos alemanes que defendió públicamente a los judíos y que solicitó compartir la suerte de los mismos, ser deportado al este para continuar rezando por ellos.
Lichtenberg fue arrestado en 1941 , luego de ser denunciado. Cuando registraron su apartamento la Gestapo encontró las notas de un sermón que no llegó a pronunciar en el cual diría a los fieles que la afirmación del gobierno nazi respecto de que los judíos querían destruir la nación alemana y a su pueblo eran una gran mentira propagandista antisemita.
Fue condenado a dos años de prisión y posteriormente liberado en 1943 a los 68 años de edad. Poco después fue nuevamente capturado por los nazis y deportado al campo de Dachau.
El padre Lichtenberg no llegó a destino, falleció de camino al campo debilitado por su edad y por su anterior encarcelamiento.
El campo de Dachau sigue actualmente en pie como un macabro monumento conmemorativo.
«Deteniendo a los judíos , estoy luchando por la obra de Nuestro Señor» (Adolf Hitler )
Quizá la pregunta que cabría hacerse es si destruir, castigar, aniquilar la vida de los hombres y sus sueños forma parte del deseo de Dios o solamente de la locura y el delirio por el poder ilimitado de ciertos personajes a los que no se los puede calificar de Humanos, ya que la humanidad forma parte de la creación y no de la destrucción y la muerte
Profesora en Ciencias Judaicas especializada en Historia.
Egresada de la Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto en Yad Vashem (Formador de Formadores en el estudio de la Shoá).
Técnica en Programación Neurolinguística
Docente del staff del Departamento de Cultura de AMIA.
Coordinadora de adultos mayores perteneciente a la Red de Tercera Edad de AMIA.
Docente del área de talleres Memoria, Literatura e Historia perteneciente a la Subsecretaría de Tercera Edad del Gobierno de la Ciudad.