Por más de 13 años, el fanático del arte y autor Robert Edsel ha perseguido una cosa y sólo una cosa: rastrear obras de arte, muebles y otras piezas del tesoro cultural robadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, muchos de ellos de distribuidores judíos.
Sus esfuerzos condujeron a un libro sobre los hombres y mujeres que iniciaron la búsqueda. La misión de Edsel pronto podría recibir un impulso importante por película titulada «The Monuments Men», que saldrá a la venta el 7 de febrero.
Robert Edsel explicó que «esta no es una historia que sólo atrae a las personas que les gusta el arte, estamos hablando de la Mona Lisa, el David a punto de ser sepulado, la Última Cena con una bomba cayendo a 80 metros de distancia y casi haciéndola desaparecer. Estas son cosas como la Torre Eiffel, la Estatua de la Libertad, todo el mundo sabe lo que son. Y creo que si las personas dicen que les gusta el arte o no, de todas maneras habría consenso de opinión que el mundo sería un lugar diferente si estas cosas no estaban aquí».
Algunas de las obras de arte recopiladas por los agentes y devueltas a sus dueños eran subastadas en Nueva York. Christopher Apóstol, el director de pinturas de viejos maestros a los subastadores, cree que el reciente interés puede haber hecho la puja más atractiva.
En los Archivos Nacionales en Washington pruebas de piezas de arte robadas se exhiben en lo que se conoce como el «Einsatzstab Reichsleiter Rosenburg,» o el álbum ERR 7. El álbum es uno de los muchos que se refiere a veces como «Álbumes de Hitler», ya que contienen fotografías de piezas de arte elaboradas por Adolf Hitler.
Dos pequeñas pinturas de la venta por parte del artista rococó francés Jean-Baptiste Pater, fueron elegidos por el jefe de la fuerza aérea de Adolf Hitler, Hermann Goering, para su colección personal. Las obras, que fueron robados de la familia del barón James Mayer de Rothschild en París en 1940, se vendieron por 581.000 dólares.