En un anuncio sobre el déficit de la comunidad, el presidente de Extremadura (España), José Antonio Monago, tuvo una desafortunada frase antisemita al decir que su preocupación es que el país se convierta en un «mercado de judíos».
Según Monago, España se encuentra en un «debate diabólico» tras el anuncio del ministro Cristóbal Montoro sobre la publicación de las balanzas fiscales. Al respecto, Monago hizo referencia a la situación económica, pero con claras palabras de xenofobia y antisemitismo: «Esto no puede convertirse en un mercado de judíos en el que cada uno va a lo suyo», dijo.
Sus declaraciones rápidamente fueron rechazadas por integrantes de la comunidad judía.