«Israel no está hoy en el pensamiento y prioridades del nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras, que debe afrontar muchos asuntos como por ejemplo la difícil relación con la Unión Europea», nos comenta el que fuera hasta hace unos meses el embajador israelí en Atenas, Arye Mekel. Pero reconoce: «No podemos obviar la posición crítica de Tsipras y su partido Syriza hacia Israel, las declaraciones antiisraelíes, las manifestaciones propalestinas e incluso la participación en una flotilla a Gaza de uno de sus diputados que ahora es viceministro. Todos estos elementos despiertan interrogantes».
La matizada y diplomática preocupación de Mekel se convierte en verdadero temor en algunos sectores israelíes que pronostican un enfriamiento a medio plazo de las relaciones que en los últimos cuatro años se han estrechado de forma significativa.
Oficialmente, Israel ha felicitado públicamente a Tsipras por su gran victoria electoral y espera, en palabras de su portavoz de Exteriores, «poder continuar la fructífera cooperación con el nuevo gobierno griego y mantener las especiales relaciones bilaterales».
Oficiosamente, teme que los lazos especialmente militares y de Inteligencia resulten dañados con el ejecutivo basado en el gobierno de la izquierda radical. Lazos que incluyen por ejemplo entrenamientos conjuntos de sus cazas de combate o fluido intercambio de información entre sus servicios secretos.
Lazos que se consolidaron también debido a la grave crisis diplomática entre Israel y Turquía.No hay duda de que la presencia de Recep Tayyip Erdogan en el poder y sus habituales ataques contra Israel han ayudado al éxito de la luna de miel israelogriega.
«Es verdad que muchos creen que tras el conflicto agravado por lo que sucedió en torno a la flotilla turca Mavi Marmara (2010) las relaciones se estrecharon. Por otro lado, algunos líderes griegos me revelaron que querían profundizar las relaciones mucho antes. La crisis con Turquía fue sólo la oportunidad que posibilitó el mayor acercamiento. Grecia entendió que para tener influencia regional hay que ser amigo de las dos partes y no sólo de una», afirma.
Mekel apunta el turismo como otra baza importante. «400.000 turistas israelíes viajan cada año a Grecia. No creo que sea un dato que debamos menospreciar. A Turquía, un destino muy popular en el pasado entre los israelíes, viajan unos 50.0000. En su gran mayoría, árabes».
Si Israel y Syriza tienen hoy algo en común es su firme oposición al partido neonazi «Amanecer Dorado». «Los neonazis son un grave problema para los griegos y por supuesto una mala noticia para los judíos e Israel. Desgraciadamente van implantando raíces en la sociedad griega. Hay que destacar que el nuevo Gobierno de Atenas se enfrenta rotundamente a ellos», añade a ELMUNDO.ES el ex embajador israelí. Es consciente de que el movimiento fascista no es la única causa de que Grecia sea el país más antisemita de Europa según la encuesta de la Liga de Antidifamación (ADL) difundida en el 2014.
El 69% de los griegos cree en estereotipos antisemitas lo que constituye el mayor porcentaje fuera de Oriente Próximo y Africa. Por cierto, el segundo puesto en Europa lo ocupa Franca y el tercero, España.
El grupo palestino Hamas no tardó en aplaudir la llegada al poder de Tsipras. El régimen islamista en la Franja de Gaza «felicita» la victoria de un líder que se ha manifestado «contra los crímenes, agresiones y bloqueo de Gaza por parte de Israel». Syriza enfatizó su apoyo a la causa palestina durante la masiva ofensiva «Margen Protector» y el enfrentamiento entre el ejército israelí y los grupos armados de Gaza hace medio año.
El sueño de Hamas- y por tanto la pesadilla de Israel- es que Tsipras se convierta en un aliado suyo como lo es hoy Erdogan que da cobijo a importantes dirigentes del grupo islamista. No parece que sea un escenario real en los próximos meses.
Fuente: Blog Blogoterráqueo- Elmundo.es
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