Es sabido que durante el Shabat en Israel se paraliza el transporte público, se prohíbe trabajar o conducir un coche. Pese a esta ley rabínica, este viernes se estrenó el primer servicio alternativo de transporte público que circula en paralelo a la línea de tranvía que está paralizada.
Este servicio es promovido por Pepe Elalu, miembro de la cooperativa que impulsa el servicio y concejal en el Ayuntamiento de Jerusalén por el Partido de izquierda Meretz. A pesar del veto religioso, explica que más de 500 personas se han inscrito en la cooperativa previo pago de 50 shekels (unos 12 euros) para contratar, en una primera fase, tres pequeños autobuses de una empresa palestina de Jerusalén Este que operan entre las ocho de la tarde del viernes y las dos de la mañana del sábado. Una campaña de financiación colectiva por parte de particulares ha aportado también al proyecto unos 110.000 shekels.
Elalu aseguró: «Es un medio solo para socios, no estamos infringiendo ninguna ley sobre transporte público», advirtió Elalu, que inmigró a Israel hace 40 años desde Perú. La iniciativa coincide con el previsible regreso de los partidos ultraortodoxos judíos, defensores a ultranza de la tradición religiosa, a la coalición de Gobierno que el conservador Benjamín Netanyahu debe completar antes del próximo jueves tras su victoria electoral del pasado 17 de marzo.
«Los ultraortodoxos intentarán boicotearnos. Ya lo hicieron hace pocos años cuando el Ayuntamiento de Jerusalén construyó un aparcamiento en un centro comercial cercano a la Ciudad Antigua», recuerda el concejal Pepe Elalu. «Pretendieron que permaneciera cerrado durante el Sabbat e incluso llegaron a apedrear a los vehículos que lo utilizaban, pero al final tuvieron que aceptar su apertura toda la semana».
Fuente: Diario El País (España). Escrito por el corresponsal en Oriente Próximo, Juan Carlos Sanz