En el día de hoy a las 9:30 horas en la Plaza Lavalle, ubicada frente a los Tribunales, se realizó el acto por los 21 años del atentado a la AMIA organizado por la Agrupación Memoria Activa que integra un grupo de familiares de las víctimas. El acto se realizó bajo el lema «Justicia, Justicia Perseguirás».
El acto contó con un gran grupo de personas que acompañó a los familiares en un nuevo aniversario del ataque a la mutual judía, ocurrido el 18 de julio de 1994. Los oradores de este acto fueron el periodista, Walter Goobar; Gastón Chiller, director ejecutivo del CELS; Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y Diana Malamud, integrante de Memoria Activa que leyó el discurso final, en el que resaltó la relevancia del juicio por las irregularidades que comenzará el próximo jueves 6 de agosto.
A continuación el discurso completo:
A 21 años del asesinato de nuestros familiares y amigos en la sede de la AMIA, volvemos a decir presente. Volvemos a recordarlos, a homenajearlos, a llorar sus muertes impunes. Volvemos a protestar, a reclamar, a exigir, una vez más, verdad y justicia. Verdad y justicia que nos fue negada durante 21 años.
Durante 21 años hemos luchado contra los poderosos, que a imagen y semejanza de los poderosos de la última dictadura cívico militar, que intentaron amedrentar y acallar a las víctimas, a las madres, a las abuelas, a los familiares, también intentaron silenciarnos, dividirnos, aislarnos. Estos poderosos de la democracia intentaron utilizar, para lograrlo, todos los recursos jurídicos, políticos y económicos, para hacer desaparecer la causa AMIA., y con ella a nuestros muertos.
Durante 21 años estuvimos y seguimos en búsqueda de una verdad que aún desconocemos: quiénes decidieron el atentado que asesinó a nuestros familiares, quiénes lo ejecutaron, quiénes los apoyaron, quiénes los ocultaron, quiénes los encubrieron. De esta última pregunta, quiénes los encubrieron, conocemos la respuesta.
¿Qué diferencia este año del anterior, y el anterior, y el anterior? Que el 6 de agosto de este año, estos siniestros personajes van a enfrentar un juicio por encubrimiento.
El juicio por encubrimiento de la masacre de la AMIA tiene la oportunidad de convertirse en un juicio histórico. En este juicio serán juzgados, entre otros, el ex presidente de la Nación Carlos Menem, el ex jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, el ex juez de la causa AMIA Juan José Galeano, los ex fiscales de
la causa, Müllen y Barbaccia, el ex presidente de la DAIA Rubén Beraja, el ex comisario Jorge “Fino” Palacios, el último poseedor del motor de la Trafic que explotó la AMIA, Carlos Telledín, el ex comisario de la policía federal Carlos Castañeda, el ex subsecretario de inteligencia Juan Carlos Anchezar y el ex espía Patricio Finnen.
Este juicio podría convertirse en un juicio histórico, si condenara a los poderosos que, respondiendo a intereses espurios, conspiraron construyendo una mentira oficial para cerrar la causa AMIA y negarnos, para siempre, la verdad y la justicia. Este juicio podría convertirse en un juicio histórico, si nos da la oportunidad de acercarnos a la verdad, si nos permite saber a quiénes protegieron y por qué.
Este juicio podría convertirse en un juicio histórico si logra que verdad y justicia sean parte de la misma causa.
Llegar a este juicio no ha sido nada sencillo. Los caminos de la injusticia tienen demasiados vericuetos, demasiadas frustraciones, demasiadas amistades, demasiada gente que vivió y se enriqueció a costa de la causa AMIA. Algunos de ellos también son cómplices del encubrimiento, aunque no van a estar sentados en el banquillo.
La muerte del fiscal Alberto Nisman puso en evidencia lo que Memoria Activa venía denunciando durante años: la falta de investigación con la consiguiente obstrucción de la justicia, el uso y abuso político que se le ha dado a la causa AMIA durante estos 21 años y a su muerte en estos últimos seis meses. La falta de control e interés sobre lo que hizo Nisman durante 10 años en la Fiscalía AMIA a pesar de nuestras reiteradas y públicas denuncias. Quedó expuesta, también la relación delictiva entre el Poder Judicial y los servicios de inteligencia.
Fue evidente el abandono de las víctimas y sus familiares por una dirigencia comunitaria judía cómplice de maniobras de encubrimiento, donde el papel de querellantes se les desdibuja en su intento de salvar a los acusados, quedó explícita tanto en sus constantes ausencias a lo largo de la tramitación previa al juicio como en la audiencia preliminar.
En el último tiempo se ha hecho notoria una campaña mediática para intentar lavar la cara de Galeano y convertirlo en víctima, casualmente con la misma agencia de prensa utilizada por Beraja y Nisman. Queremos expresar nuestro repudio a todos los que de una u otra forma están participando de eso. Galeano está manchado para siempre por el encubrimiento del atentado y aunque se oculte como hasta ahora o intente salir a la luz con entrevistas acordadas, Memoria Activa no parará de denunciarlo.
Que los victimarios intenten victimizarse sólo demuestra un nuevo abuso y falta de respeto hacia las víctimas.
A 21 años del asesinato de nuestros familiares y amigos quedan demasiadas cosas sin resolverse, pistas sin investigar, causas judiciales sin avanzar, compromisos del Estado al aceptar la responsabilidad de falta de prevención y denegación de justicia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA sólo con cumplimiento parcial hasta el momento, y la incapacidad a nivel nacional para enfrentar con las herramientas adecuadas cualquier situación de catástrofe.
A 21 años del atentado terrorista contra la AMIA queremos que en este juicio oral no fracase la justicia, porque nuestros familiares, nosotros y la sociedad lo merece, porque la memoria de nuestros familiares tiene forma de justicia.
Llegamos a este juicio después de años de lucha. Pero jamás hubiéramos podido llegar solos. Fue la fuerza de toda la gente que estuvo al lado nuestro, que nos dio valor cuando lo necesitamos, que nos acompañó lunes tras lunes en esta plaza, que soportó junto a nosotros el frío y la lluvia, pero sobre todo la frustración y la tristeza. Gracias a todos los que, durante estos 21 años, nos abrazaron con amor y nos enseñaron que seguir valía la pena.
Gracias en nombre de Memoria Activa, y gracias también en nombre de Andrés, Agustín, Norma, Noemí. Gracias a todos los que siguen luchando, junto a nosotros, para que se haga justicia.