El primer ministro israelí llegará el próximo lunes a Moscú para hablar con el presidente de Rusia. Le advertirá la amenaza que representa para Israel las armas que suministra tanto a Siria como a Irán.
«Será una breve visita de trabajo y habrá conversaciones con VladImir Putin», dijo Dmitri Peskov, vocero del Kremlin, a medios locales.
A su vez, la Oficina del primer ministro israelí explicó que Benjamin Netanyahu abordará en la capital rusa la amenaza que supone para Israel el aumento del suministro ruso de armamento moderno a Siria y la posibilidad de que caiga en manos de Hezbollah y otros grupos terroristas.
Putin aseguró la víspera que seguirá apoyando con ayuda técnico-militar al régimen sirio en su lucha contra grupos terroristas como el Estado Islámico (ISIS).
«Apoyamos al Gobierno de Siria en su enfrentamiento contra la agresión terrorista. Le hemos proporcionado, y seguiremos haciéndolo, asistencia técnico-militar, e instamos a otros países a que se unan a nosotros», dijo Putin.
El embajador sirio en Moscú, Riyad Hadad, tachó esta semana de «mentira difundida por los EEUU y los países occidentales» la supuesta presencia de tropas rusas en su país y denunció que se trata «nueva conspiración» contra Siria.
A su vez, reconoció que Damasco recibe armamento y equipos militares rusos, pero matizó que «todo esto se hace de acuerdo con los contratos suscritos entre ambos países».
«Llevamos 30 o 40 años cooperando con Rusia en diferentes ámbitos, incluido el militar», subrayó.
Según las últimas noticias, que citan fuentes estadounidenses, Rusia habría transportado tanques T-90 y piezas de artillería a un aeródromo cerca del puerto sirio de Latakia.
La pasada semana el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, sugirió que Moscú daría «pasos adicionales» sólo si se lo solicitara Damasco.
«Y, por supuesto, exclusivamente a petición y de acuerdo con el Gobierno sirio o los Gobiernos de otros países de la región, si se trata de ayudarlos en la lucha contra el terrorismo», resaltó.