El gabinete de seguridad del Gobierno, que preside el primer ministro Biniamín Netanyahu, aprobó medidas excepcionales contra quienes arrojen piedras y cócteles molotov, después de la ola de violencia y agresión palestina de las últimas semanas en Jerusalén este y alrededores.
«Hemos decidido cambiar la norma que se ha establecido aquí de que en el Estado de Israel es posible arrojar objetos letales sin que haya una respuesta o prevención», dijo Netanyahu en un comunicado, en el que destaca que las nuevas disposiciones han sido aprobadas de forma unánime.
Entre las nuevas normas, algunas de ellas muy polémicas y que han sido criticadas hasta por el asesor jurídico del Gobierno, Yehuda Weinstein, están las de abrir fuego con un fusil Ruger de pequeño calibre contra aquellas personas que arrojen cualquier tipo de objeto letal, entre ellas, los ya habituales bloques de piedra contra vehículos israelíes.
«Hemos redefinido las instrucciones de abrir fuego. Hasta ahora los agentes solo podían disparar cuando su vida corría peligro. A partir de ahora podrán hacerlo -y sabrán que podrán hacerlo- cuando vean que la vida de cualquier persona corre peligro», afirmó el primer ministro.
Según el diario Yediot Aharonot, la medida será aplicable también a menores de edad, que son los que suelen participar en este tipo de ataques.
Las nuevas medidas han sido aprobadas después de dos semanas de debates en el seno del Consejo de Ministros y en el gabinete de seguridad, y a raíz de una ola de violencia en Jerusalén y sus alrededores en la que fue asesinado un israelí cuando varios palestinos arrojaron la semana pasadas piedras contra la luna delantera de su vehículo.
El conductor, de unos 65 años, perdió el
control del coche y se estrelló contra un poste, perdiendo la vida a su regreso de una cena por la víspera del Año Nuevo Judío.
Según datos policiales, solo en las últimas dos semanas se han registrado más de quince sucesos diarios de lanzamiento de piedras, lanzamiento de cócteles incendiarios contra fuerzas policiales y blancos civiles, y de bengalas.
En una buena parte de los casos se trata de menores de edad, algunos de menos de 14 años -la edad de responsabilidad legal en Israel-, aunque a partir de ahora todos ellos quedarán sujetos a fuertes penalizaciones y castigos.
«Hemos decidido aplicar una pena mínima de cuatro años de cárcel a adultos que arrojen cócteles molotov, piedras o cualquier otro objeto letal», informó el primer ministro, cuyo gobierno enmendó recientemente la ley para aplicar una pena máxima de 20 años para estos casos.
En cuanto a los menores de 14 a 18 años, la justicia les aplicará multas y penalizaciones, en una decisión que «será aplicable a todos los ciudadanos y residentes en Israel», agregó.
Entre estas están la aplicación de multas directas y la suspensión de las ayudas económicas concedidas a los padres por el menor.
«También revisaremos si legalmente se pueden aplicar multas a los padres de menores de 12 a 14 años y la de exigir una fianza de una año por su comportamiento», abundó Netanyahu, quien rechazó el argumento de que la ola de violencia se haya desencadenado por un supuesto cambio del «statu quo» en el Monte de Templo.
«No somos nosotros los que cambiamos el statu quo sino los que han introducido en la mezquita (de Al Aqsa) explosivos», subrayó Netanyahu en alusión al ingreso de explosivos en el recito por parte de palestinos, la semana pasada. EFE y Aurora
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