Estella suma una nueva celebración a su calendario de diciembre y sigue con ella la estela de la Red de Juderías de España a la que pertenece junto a otras 23 localidades. Va a hacerlo este fin de semana con janucá, también llamada la fiesta de las luces o de las luminarias, con la que el pueblo hebreo ha conmemorado durante siglos la derrota de los griegos y la recuperación de su independencia en manos de los macabeos tras sufrir un proceso de helenización forzosa.
Lo explicaba así Yosef Rajmiel Fernández, un judío llegado hace unos meses a Tierra Estella junto a su esposa Rivka Herrera González y convertido ahora en compañero de iniciativa del Ayuntamiento en una programación presentada ayer cuyo momento principal se reserva para el domingo. Su colaboración se plasmará en distintos momentos del fin de semana.
ENCENDIDO DE LA JANUKIA
El domingo, 13 de diciembre y festividad de Santa Lucía, se encenderá la janukia, con la que se recuerda el milagro del candelabro que ardió durante ocho días consecutivos en el Templo de Jerusalén pese a que -cuenta la leyenda- las reservas de aceite apenas alcanzaban para una jornada. Será por la tarde, a partir de las 18.30, en una ceremonia a la que el Ayuntamiento de Estella ha invitado a representantes tanto de la comunidad judía en Navarra como de la islámica y de la religión católica.
La concejal de Turismo, Marta Astiz, detallaba ayer el programa con una referencia a esa red que se quiere fomentar. Janucá se celebrará por primera vez 517 años después de la expulsión de los judíos de Navarra, en 1498. La fiesta de las luces simboliza también -continuó- “la libertad de los pueblos y visualizará la convivencia de las tres culturas que han convivido en Navarra”. Yosef Rajmiel y Rivka Herrera compartieron en el salón de plenos la presentación de un programa posible con la colaboración del CETE que ha cedido su exposición informativa sobre la Estella judía para mostrarla este fin de semana en la casa de cultura. Ya jubilados, dejaron atrás su vida en Cádiz para llegar el pasado verano a Tierra Estella y afincarse en una de sus pequeñas localidades, Mués, aunque su idea es hacerlo en breve en Estella.
Su viaje, orientado en principio al otro lado de los Pirineos, en concreto a la localidad francesa de Bayona, les derivó finalmente hacia Navarra y el azar quiso que fuera el entorno de Estella el lugar elegido para detenerse. Atraídos por su pasado y por su judería kosher, como se referían a ella ayer por su carácter libre de actuaciones y por no haberse construido sobre ella, van a fijar aquí su residencia con dos proyectos para el futuro. El de atraer a más familias para formar una comunidad judía y poner en marcha una iniciativa cultural en torno a este enclave hebreo cuyas características prefirió no avanzar todavía.
Fuente: Diario de Navarra