La carta fue escrita en inglés por Gal Lusky, directora de Israeli Flying Aid, una organización sin ánimo de lucro que ha estado dando ayuda humanitaria a las víctimas de la guerra civil en Siria en secreto desde 2011.
Finalmente, quiso darse a conocer.
“Aunque ustedes son considerados nuestros enemigos y aunque al operar sobre el terreno nuestros voluntarios estaban arriesgando sus vidas, como descendientes de judíos que sobrevivieron al Holocausto, nosotros, los voluntarios de Israeli Flying Aid, orgullosos ciudadanos judíos del Estado de Israel, santificamos la vida y no nos quedaremos con los brazos cruzados mientras mujeres y niños son masacrados continuamente”, escribió Lusky.
En 24 horas empezó a recibir correos electrónicos de respuesta, incluidos dibujos de niños que la hicieron llorar.
“Estoy muy emocionada”. “Necesitaba que esas personas supieran quiénes somos. Quiero que sientan un poco de solidaridad, para llenar sus almas y sus estómagos”.
Israeli Flying Aid contribuyó con la mayoría de las 300 tiendas, 13 toneladas de alimentos, 15 toneladas de fórmula para bebés, tres palés de suministros médicos y 30 toneladas de ropa y zapatos, enviados la semana pasada por las FDI a miles de civiles que huyen de la última ofensiva de Bashar Assad contra los rebeldes en la región de Daraa, en el suroccidente de Siria.
“Operamos discretamente al principio y no queríamos hacer pasar vergüenza a los que ayudamos”, dijo Lusky, pero recientemente les explicó a los líderes políticos de la oposición en el sur de ese país que se pierde tiempo precioso quitando las etiquetas que identifican los suministros enviados desde Israel y que se necesitan desesperadamente.
“Dijeron: ‘Gal, ya nos estamos arriesgando de todos modos, así que haremos todo lo que haya que hacer para ayudar a nuestra gente’”, según ella.
Así pues, decidió hacer público el trabajo que Israeli Flying Aid ha venido haciendo desde hace años en cooperación con las FDI. Eso no incluye otras actividades encubiertas que ha llevado a cabo en todo el mundo desde 2005.
La pasión de Lusky por ayudar ha sido acompañada por otros israelíes a título individual, especialmente en las Alturas del Golán, donde los residentes constantemente escuchan disparos, explosiones y misiles iraníes que sobrevuelan, mientras el conflicto arrecia en la frontera con Siria, que está cerca.
El Consejo Regional del Golán, que incluye 32 ciudades y pueblos israelíes, ha hecho llamados a los residentes en los últimos años para que reúnan suministros que, según las FDI, son los más necesarios para los refugiados, ya sean mantas o incluso parasoles.
Un mensaje hecho público el 1 de julio ha sido el que mayor respuesta ha generado hasta la fecha, según la portavoz del Consejo, Dalia Amos.
“Lo que realmente nos entusiasmó fue que pedimos que las familias hicieran bolsas para los niños sirios con juguetes pequeños, páginas para colorear y dulces”, dijo. Se añadió una bendición en árabe en todos los paquetes.
El Consejo recibe llamadas desde lugares tan lejanos como las poblaciones fronterizas cerca de Gaza, al sur de Israel, donde los residentes tienen sus propias preocupaciones diarias, en las que expresan deseo de conribuir con paquetes de ayuda al Golán. “También nos llaman fábricas y compañías”, agregó. “Una juguetería donó juguetes de madera”.
Amos enfatiza que los residentes del Golán han estado recolectando provisiones, ropa y juguetes durante todo el año para llevarlos a los refugiados a través de las FDI.
Algunas de las donaciones se hacen a través de la organización humanitaria Friend Ships Unlimited, con sede en Louisiana, que cuenta con varios voluntarios en la zona. Ésta opera el hospital de campaña Mazor Ladach, administrado por voluntarios, establecido en agosto de 2017 en un puesto abandonado de las FDI en la frontera entre Siria e Israel para atender a víctimas de la guerra. Tambiéne construyó en el lugar un enorme patio de juegos infantiles.
Video: Enlace Judío
Fuente: israel21c
SOLO ISRAEL ES CAPAZ DE AYUDAR A SUS ENEMIGOS.