El presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum, mantuvo una extensa charla con Vis á Vis sobre los temas relevantes que involucran a la institución. “Me siento muy orgulloso. Si tengo que enumerar todo lo que se hizo, no alcanza la entrevista”, expresó para graficar el balance que traza sobre la gestión del BUR en los últimos años.
También se refirió a la oposición y el funcionamiento democrático de la institución: “Quienes en algún momento decidieron no presentarse a una elección, e incluso intentaron interrumpir el proceso democrático de renovación de autoridades, no constituyen una oposición formal porque no tienen presencia ni en la Comisión Directiva (CD) ni en la Asamblea de Representantes (RAT) actual. Probablemente sean opositores en la futura elección”.
En otro tramo de la entrevista, Eichbaum opinó sobre las críticas sobre el inicio de obras de la calle Loyola: “Se decidió en la Asamblea, se aprobó en forma unánime y es un legado fundamental que quedará para toda la comunidad”.
Sobre la ausencia de mujeres en la conducción, expresó: “Es una característica que se repite en la gran mayoría de las instituciones, pero sobre las que en general nadie opina. No es un tema religioso ni político”.
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Me remito a una entrevista que hicimos a principios de este año, que hablamos de los proyectos. Estaban los inicios de la obra de Loyola, ampliación de derechos de la labor social con inclusión, el desarrollo del “Compliance”. ¿Qué se pudo hacer de los objetivos planteados? ¿Qué es lo que se logró y qué asignaturas quedaron pendientes?
De esos tres puntos, el reglamento de “Compliance” (programa integral sobre cumplimiento de normas y procedimientos) fue aprobado por la Asamblea de diciembre último, está en vigencia y nos pone a la vanguardia de las organizaciones sociales.
No hay instituciones u organizaciones sociales que tengan normativas de “Compliance”, con la exigencia que nosotros hemos dispuesto. Con la novedad y decisión política de la CD de hacerlo extensivo también a los voluntarios y no solamente para empleados y proveedores sino también para miembros de la CD, que tienen que tener una ficha limpia. Eso constituye para nosotros un orgullo de la comunidad. La gente que se sienta en la CD tiene que ser gente que sea completamente transparente frente a la comunidad, y que tenga un comportamiento ético acorde con lo que la institución exige.
Después hablamos de Loyola. La obra está en plena ejecución y no hace falta más que pasar por allí para darse cuenta. Por supuesto, durante la ejecución, se tuvieron que hacer algunas modificaciones vinculadas con cuestiones técnicas. Estamos avanzando y es un legado que dejamos poder tener salas velatorias como se merece nuestra comunidad, con la calidez, ambientación y servicio, acordes a ese momento tan delicado, y lo que significa para la gente el esfuerzo económico de poder dar sepultura y cumplimentar el fin de ciclo de vida en un cementerio judío, tal como dispone la tradición.
Por último, el trabajo para que las familias y personas más vulnerables puedan ejercer de manera completa sus derechos, es permanente. El trabajo que hemos hecho en cuanto a inclusión social, discapacidad, ampliación de programas en infancia y personas mayores, en conjunto con el Joint y con la Red de Protección Social que conformamos con Tzedaká y Jabad, es muy completo. Lo mismo con el Hogar LeDor VaDor. Ha sido un ciclo donde hemos dispuesto de numerosas iniciativas vinculadas a la cobertura social comunitaria. Los objetivos se cumplieron de manera muy satisfactoria.
- ¿Tenes claro que el inicio de las obras de Loyola fue cuestionada por algunas voces de la oposición porque dicen que no era el momento para semejante gasto?
Sí, lo tengo claro.
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¿Alguna respuesta al respecto?
Quiero ser muy respetuoso porque es lo que corresponde con el rol que desempeño. En aras de ser respetuoso, no puedo evitar hacer algunas aclaraciones respecto del funcionamiento democrático de la AMIA.
Los estatutos de esta institución más que centenaria disponen que todas las expresiones son representadas en una Asamblea. Las que obtienen la primera minoría o las que conforman la mayoría forman parte de la CD, y el resto puede asumir también en la CD en minoría o ser parte de la Asamblea. Esas son las expresiones, las que están en esa Asamblea que constituyen lo que es el oficialismo y la oposición. Y si son opositores en una futura elección, entonces tomo la opinión como la de alguien que está en campaña.
Los votantes eligieron agrupaciones en el oficialismo y en la oposición con sus votos. Quienes hoy critican, un su momento no se presentaron a las elecciones. Esto quiere decir que se perdió la oportunidad de oponerse a cualquier proyecto que se presente, en las en los espacios destinados para tal fin.
Decidieron sacar los pies del plato decisorio para colocarse afuera de los marcos de la institución. Entonces lo tomamos desde ese lugar. Nosotros hemos hecho la consulta más democrática porque hablamos con las agrupaciones que forman parte, tanto presencialmente como en instancias virtuales.
Hemos expuesto los proyectos. Hemos comentado las fuentes de financiamiento. Cómo fueron legadas las propiedades a los efectos de mejorar esas mismas instalaciones y, posteriormente, hemos dispuesto que lo defina la Asamblea, que es el órgano máximo de decisión de la AMIA, no la CD. Hay una Asamblea de Representante de Socios y allí fue aprobado por unanimidad. No recibió un solo voto en ese marco.
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UNA AMIA expresa disidencia en tus declaraciones. Por ejemplo, se cuestiona que no hay apoyo en las escuelas, que no fue transparente la actuación de la AMIA en la campaña de recaudación realizada por FEJA…
Soy el presidente de la AMIA, no el representante de una agrupación política y no me corresponde responder cualquier tipo de expresión. Con FEJA trabajamos de manera conjunta y organizada, en un marco asociativo permanente, desarrollando numerosos proyectos y desde dicho espacio no ha habido ninguna crítica a la conducción de la AMIA sino todo lo contrario. Por otra parte, el acompañamiento que reciben en forma permanente las escuelas, todas ellas sin distinción, a través del Vaad Hajinuj, es valorado y reconocido. Para poder opinar primero hay que acercarse y conocer. La única recomendación que puedo hacer, para quienes desean participar del debate que siempre propone una campaña electoral, es que las consideraciones se realicen basadas en información real, no en frases vacías que no encuentran ningún sustento y no hacen más que perjudicar a la comunidad.
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¿Cuál es la relación en estos momentos con la DAIA?
Muy cordial. Es una relación adecuada, acorde, correcta.
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Pese a no ser querellante, ¿la AMIA tiene posición tomada con respecto a la apelación de la DAIA al sobreseimiento de Cristina Kirchner y los otros acusados?
Hemos sido más que taxativos y hemos expresado nuestra opinión. Incluso en la asamblea que DAIA convocó, a los efectos de escuchar opiniones, nos hemos manifestado y no corresponde seguir emitiéndolas acerca de una causa en la que oportunamente la Comisión de aquel momento optó por no participar.
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¿Por qué crees que el BUR debe seguir conduciendo la AMIA?
No va a alcanzar la entrevista para que te dé toda la cantidad de respuestas, pero para hacerlo en forma sintética, puedo decir que toda la comunidad judía argentina recuerda cómo estaba la AMIA antes de que llegara el BUR y cómo está ahora.
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¿En qué sentido?
Muchas de las personas que hoy se reconocen en la oposición o acompañan las candidaturas de supuestas nuevas figuras, estuvieron en conducciones anteriores que habían dejado una situación de profundo desequilibrio económico en la institución, con manejos muy irresponsables.
Era una comunidad que atendía solamente un sector y desoía por completo a otro. Siempre los mismos privilegiados, instituciones o colegios privilegiados en detrimento de otros. Una institución completamente lejana al nivel de profesionalismo que tenemos hoy en día. Los procesos eran arbitrarios. Hoy la AMIA está en una situación muy mejorada respecto a ocho o diez años, cuando nosotros ya estábamos también.
Hemos puesto a la AMIA en el concierto de las ONG´s más prestigiosas del país. Hoy la AMIA es reconocida, consultada y valorada. Hemos profesionalizado procesos. Estamos en la final del Premio Nacional a la Calidad, la distinción más importante que existe en Argentina en cuanto a calidad de gestión. Somos finalistas y espero que podamos ganar. Es un premio que entrega presidencia de la Nación.
La AMIA que manejaban antes de que llegara el BUR, no tenía ninguna de estas cualidades. Además, tiene la garantía del cuidado de la austeridad económica. De haber ordenado las cuentas y un capital que solamente el BUR le pudo proporcionar a la AMIA, que es haberla mantenido infranqueable a los intereses partidarios y de la política nacional.
Esta institución, bajo todo tipo de presiones, nunca abandonó el interés comunitario y nunca se dejó arrastrar por ningún sector. Eso lo puede garantizar solamente el BUR porque tiene una tradición de liderazgo que sabe cómo manejarse frente a las presiones.
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En caso de ganar, ¿qué cosas crees que debe seguir haciendo el BUR y cuáles crees que deben añadir o cambiar de lo realizado?
Es muy importante que el BUR siga manteniendo el esquema que le hemos impreso en los últimos años de diálogo permanente. De mucha cercanía con las instituciones de base, de mucha cercanía con las organizaciones de la comunidad judía de todas las corrientes.
Pienso también que hay que cuidar mucho el tema de la transparencia, el tema del compliance, este standard que hemos levantado en cuanto a la gestiones hay que mantenerlo. La vara es cada vez es más alta.
Estamos dejando algunas cuestiones vinculadas a programas de inclusión, a programas sociales, que deben tener una política de continuidad y también debe mantenerse esta tradición de no ser influenciados por las ideas de la política nacional. La comunidad judía debe procurar los intereses de la comunidad judía y no ser utilizados.
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Falta poco para terminar tu gestión, ¿crees que se cumplieron los objetivos que te planteaste durante todo el proceso?
Sí, ampliamente. Creo que mucho más que eso. Creo que tenía una cantidad de objetivos mucho más acotada de lo que finalmente sobre la marcha fuimos añadiendo. Además, nos tocó lidiar con circunstancias tan complejas como las que impuso la pandemia. Hemos transitado casi dos años inéditos por su complejidad, y lo hemos hecho de manera muy acertada.
AMIA mostró toda su experiencia, su capacidad de articulación, su centralidad en la vida social judía, su centralidad en la política también para poder tener los medios para actuar. Para poder adaptar la circunstancia a la ayuda que sea necesaria. Ampliamente hemos superado los objetivos y estándares de calidad muy altos.
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¿Se puede hacer un acuerdo de pared a pared en la AMIA o con las agrupaciones opositoras? ¿Qué tendría que suceder para que precisamente ocurra ese acuerdo en la AMIA?
Ese acuerdo es muy fácil. Ese acuerdo se puede hacer en cinco minutos. Es un acuerdo en el que deben dejarse de lado los egos y los intereses particulares, para pensar siempre en lo mejor para toda la comunidad.
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¿Pensas que hay más cosas que las une que las que lo separan?
Absolutamente. Que quede claro: acá hay una sola traza que divide no a la comunidad, sino a la dirigencia comunitaria. La comunidad no está desunida. No tiene ninguna división. Una parte de la dirigencia habla de una división que la comunidad no entiende ni percibe. Todas las campañas que se hacen basadas en una grieta ideológica no prenden en la sociedad. Siempre es un segmento muy pequeño en el que se discuten este tipo de cuestiones. Lo que verdaderamente divide a la dirigencia comunitaria, en mi humilde opinión, no tiene que ver con la posición ideológica, ni tiene nada que ver con la posición religiosa. Me parece que están hablando de discusiones que no existen. Lo que divide en la dirigencia es quién está dispuesto a comprometerse a trabajar por el bien común y quién no. Esa es la realidad.
Las personas que están dispuestas a trabajar por la comunidad o donde el voto de la comunidad los disponga, van a estar siempre adentro. Van a ser siempre parte o de una asamblea o de la CD. No le tengamos miedo a la democracia. La democracia es buena. Lo que está mal es que, en aras de poder, estar dispuestos a hacer cualquier cosa, como hicieron hace algunos años, llamando a intervenciones, intentando judicializar elecciones para boicotearlas, etc. Esas no son actitudes democráticas.
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¿Por qué no hay mujeres en la conducción?
Es una problemática de las instituciones en general de la vida social argentina. En los clubes de fútbol pasa lo mismo, en los sindicatos pasa lo mismo, en los colegios públicos.
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Pero se los acusa que desde la conducción de la AMIA se discrimina a las mujeres…
Quienes dicen eso, ¿no se preocuparon porque en la conducción de la DAIA haya una mujer? ¿En la cúpula de las escuelas y de los colegios y de los clubes hay mujeres? La doble vara con la que se miden algunas cosas es realmente asombrosa.
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¿Entonces tu respuesta es que tiene que ver más con el mérito? ¿No tiene nada que ver lo religioso y lo ideológico?
Desde mi punto de vista, en absoluto. No tiene nada que ver. La Comisión Directiva de AMIA tiene mujeres y cuando alguien desde afuera dice que no hay, se les está faltando el respeto a ellas y al gran aporte que realizan.
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¿Te sentís un líder comunitario?
Sí. Absolutamente.
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¿Cómo ves a la AMIA a nivel nacional?
Con una centralidad y representatividad muy relevante. Como un símbolo de resiliencia, de lucha, como un ejemplo de solidaridad. Con una identidad y con una reputación que no sé si estuvieron más elevadas anteriormente.
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¿Cómo ves a la comunidad judía argentina hoy?
Muy bien. La Argentina es uno de los centros tradicionales de vida judía a nivel mundial.
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¿Y a la dirigencia judía argentina?
Hay una falta de líderes muy importantes. Quienes están en las demás listas tienen por lo menos de 10 a 20 años más que yo, mínimo. La juventud le aportó mucho a la vida judía en la AMIA. Por ejemplo, el promedio de edad del padrón de los demás espacios en AMIA es por lo menos dos décadas mayor al que aporta el BUR. Formar líderes jóvenes es un desafío que tenemos por delante.
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Si tenes que marcar una diferencia entre el Ariel Eichbaum que asumió y éste que finaliza su mandato en abril de 2022, ¿cuál sería?
Yo soy el mismo. Vine con convicciones y no las dejé en el camino. Hemos ejercitado de manera abierta el diálogo. Las buenas prácticas en política, la buena educación. ¿Qué me llevo de AMIA? Me llevo el orgullo de haber sido presidente de la institución más fantástica que tiene la Argentina sin lugar a dudas, con el mejor equipo profesional. Con una misión institucional súper noble y loable. Con un inmenso despliegue de programas, proyectos y actividades que brindar miles de respuestas todos los días. Me llevo la institución en el corazón, el compromiso, el afecto y el amor con la comunidad judía en la Argentina. Eso será inalterable.
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