El ejercicio y el juego son necesarios para todos los niños, y les proporcionan momentos felices a la vez que les enseña a prepararse para la vida del adulto. El niño asmático no debe ser una excepción, y debe realizar ejercicio físico adecuado. Las ventajas de la práctica de ejercicio físico y el juego en el niño con asma son las siguientes, entre otras:
*Mejora el desarrollo del niño.
*Se favorece la integración al grupo.
*Mejora la condición física y la propia tolerancia al ejercicio.
*Los ataques ocasionados por el esfuerzo se reducen o son menos fuertes.
*Las crisis se controlan mejor.
*Ayuda a disminuir el nerviosismo ocasionado por los ataques.
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El 80% de los niños con asma verá agravado su proceso con la actividad física si no se toman las medidas adecuadas, por eso es muy importante saber dónde, con quién, y que tipo de actividad está realizando ya que el beneficio psico-emocional e integrador del deporte es muy importante y positivo para los niños.
Cuando iniciamos una actividad física por primera vez todos nos cansamos, sentimos fatiga y sensación de ahogo, estas sensaciones son todavía más fuertes en el asmático. Por ello, la adaptación al ejercicio en el pequeño con asma debe ser muy progresiva, para que con el tiempo aprenda a distinguir entre la sensación de ahogo normal de un ejercicio intenso, y la sensación de ahogo por una crisis de asma.
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Manejo del asma inducido por el ejercicio
El programa de entrenamiento del niño con asma bronquial debe incluir las mismas fases que otras pautas de entrenamiento:
*Calentamiento muy paulatino.
*Estiramiento / elongación pre-ejercicio.
*Realización del entrenamiento establecido.
*Estiramiento post-ejercicio.
*Período de relajación y recuperación.
El tipo de ejercicio, intensidad de realización, duración y frecuencia, vienen determinados por el nivel aeróbico del niño. Este se evalúa tomando la frecuencia cardiaca máxima. Los pacientes con una limitación funcional conocida no deben superar un incremento del 30% sobre la frecuencia cardiaca en reposo en el ejercicio mantenido.
Que se debe evitar y que no se debe hacer
*Evitar realizar actividad física intensa cuando el asma basal no está controlado.
*Evitar el ejercicio intenso si se tiene una infección respiratoria.
*No realizar ejercicio intenso cuando se está con tos intensa.
*Evitar ambientes fríos y secos.
*Evitar los ejercicios prolongados de alta intensidad si no se tiene aún una buena condición física.
*Evitar el ejercicio en ambientes contaminados o cargados de humo.
¿Qué pasa si se inicia una crisis durante el ejercicio?
Actuar con calma y parar el ejercicio.
Tomar la medicación lo antes posible.
Iniciar la respiración abdominal.
Si se soluciona la crisis, continuar la actividad con muy baja intensidad.
Por supuesto, que el control periódico de esta enfermedad es uno de los pilares para una vida plena. No dude en consultar a su médico.
Dr David Sznajderhaus
MN 70.630
Médico Deportólogo