Este domingo por la mañana los jóvenes de Betar, Acilba y Jesedim fueron a trabajar al cementerio israelita de Avellaneda. Refaccionaron todos los muros del Beit Hajaim (cementerio). También le devolvieron los nombres a algunas tumbas las cuales habían sido o profanadas por antisemitas o borradas por el paso del tiempo.
El trabajo consistió en primero generar un grupo de aproximadamente 20 voluntarios, luego trasladarlos al lugar en cuestión y finalmente hacer las refacciones que el cementerio precisaba.
Como primer instancia se trabajaron los muros que estaban prácticamente sin pintar, eso conllevó a trabajar casi todo el cementerio, ya que con el paso del tiempo estaban muy deterioradas las condiciones del lugar.
Luego se trabajó con puertas del lugar y especialmente las matzevot (tumbas) que tenían los nombres borrados.
En el caso de las Matzevot, lamentablemente habían algunas destruidas y una incluso que no era legible el nombre. En esa tumba destruida y sin nombre se le pasó una pintura y se vio legible su nombre y su fecha de fallecimiento.
La tumba en cuestión era de una tal señora Estrella, fallecida en el año 1922.
El objetivo de este voluntariado está basado en dos pilares: El primero es empoderar a la juventud para la acción comunitaria real y el segundo es homenajear, respetar y cuidar a nuestros hermanos que descansan en paz.
Que bien es muy bueno ser voluntarios y todo lo que hacen