Entrevista a Eli Levy (@pinchegorro): «El rabino de Jabad en bermuda y crocs» que hizo Aliá

Eli Levy es un rabino de jabad que se convirtió en un personaje muy querido en Twitter, es conocido por su usuario @pinchegorro y es muy activo en esa red social. Se define como como «tucumano, Shelíaj del Rebe de Lubavitch y muy intenso».

Hizo aliá en marzo de este año por intermedio del Keren Leyedidut: «Se ocuparon del viaje desde Tucumán e incluso acá en Israel nos ayudaron a conseguir un lavarropas nuevo y una heladera».

Para él, Twitter es la versión 2.0 del Talmud. También explicó qué es el Farbe y cómo surgió. Un creador permanente, ahora en Israel.

• Defininos a Eli Levy

Soy tucumano, shelíaj del Rebe de Lubavitch y muy intenso.

• Y a @pinchegorro

Arrancó como una cuenta falsa para divertirme, sigue siendo eso, pero me permitió conocer a mucha gente valiosa que de otra forma hubiese sido imposible.

le digo a @YoelLevy12
– Me piden que me defina a mi mismo y no se que poner
– Dejame a mi
Es un rabino que siempre piensa en los demás antes que el mismo, le gusta ayudar al prójimo en términos de familia siempre piensa lo mejor para sus hijos e esposa, es trabajador y creativo pic.twitter.com/3aje098Z9K

— Eli Levy (@pinchegorro) August 4, 2022

• En Twitter te definís como “Rabino de Jabad en bermuda y crocs”. ¿Cuál es el sentido que le das a esa frase?

Bastante literal. Ando en bermudas y crocs casi todo el tiempo. Salvo algún evento muy formal, no me pongo traje.

• También mencionás que sos el creador de TeamChunt y Pibe Ole. ¿Qué significan esos proyectos?

Team Chunt arrancó en 2017. Yo ya había salido algunas veces en las recorridas solidarias de Fundación Si con mi hijo Yoel, pero nos quedaba lejos. En ese momento tenía un servicio de comida y participamos en “Buenos Aires Celebra Kosher” del Gobierno de la Ciudad. Cuando terminó el evento, algunas personas se acercaron a pedir comida, nos había sobrado muchísimo, le dije a mi hijo ‘armemos viandas y vamos a repartir’. En 15 minutos entregamos 30 viandas por Belgrano.

A mí siempre me molestó mucho el desperdicio después de eventos, cenas de Shabat y eventos comunitarios. Me comuniqué con los templos de la zona que hacían kidushim grandes y todos estaban felices de guardarnos la comida, y todos los sábados a la noche salíamos con un grupo de voluntarios. Con el tiempo nos mudamos a Once y empezamos a preparar nosotros las ollas, porque la cantidad de gente que recibía era mucha, y no podíamos depender de los eventos. Algunos carniceros amigos nos regalaban alitas de pollo y con algunas donaciones dábamos de comer a mucha gente todas las semanas. En 2019 empezó a crecer en otros lugares, se armaron grupos de voluntarios en Guayaquil y Ambato en Ecuador, Estelí, Nicaragua, en Puebla y Reynosa en México, Cali, Colombia, en Tucumán, Argentina, pero con la pandemia se dispersaron.

Ya hace poco más de un año se retomó el de Once a cargo de mi hermano Iosi Levy de Jabad Iarjo. Puedo decir con seguridad que somos la única institución judía que hace este tipo de acción en Argentina en forma constante.

• ¿Y lo de Pibe Ole?

Lo de Pibe Ole es más reciente y está en proceso de construcción. Tiene que ver con darle un espacio de reunión y amistad a los hijos de los olim latinos. También nace por mis hijos, vi lo importante que es para ellos vincularse con otros pibes de su edad que estén pasando el proceso de aliá, conseguimos un patio que lo ambientamos para hacer actividades y los invitamos a asados y salidas.

La idea es ofrecer el año que viene actividades extra curriculares por la tarde como inglés, artes marciales, entre otras. También estamos haciendo curso de Bar y Bat Mitzvá. Mi sueño es poder darle alcance nacional, ya que hay olim latinos en todo el país y poder hacer excursiones, campamentos, etc. Lo vamos a lograr.

• Justamente en redes muchos mencionan tu apoyo en momentos difíciles de la pandemia, la contención y solidaridad. ¿Cómo surgió la idea de realizar el Farbe, cómo se desarrolló virtualmente y cómo sigue al día de hoy?

Nosotros a principio del 2020 nos fuimos a Bahía Blanca a hacernos cargo por un tiempo de la sede de Jabad. Para mi era difícil desconectarme de mis amigos que nos juntábamos una vez por semana, entonces empezamos a hacer zoom, cada uno con su botella y decíamos un Lejaim, nos contábamos lo que pasó en la semana. Cuando arrancó la pandemia lo ampliamos a amigos de Twitter y se juntaba gente muy diversa, teníamos charlas profundas que en situación “presencial” no hubiesen sido posibles, había rabinos ortodoxos, progresistas, ateos militantes, feministas, conservadores, gente de otros países. Empezamos a hacer entrevistas muy buenas, tuvimos a Carlos Maslatón, Marcelo Birmajer, el querido embajador de Egipto Amin Meleika, que en paz descanse, la (ex) embajadora de Israel Galit Ronen, entre otros. Tuvimos Farbes que duraron siete horas, de 22 a 5 de la mañana, la gente entraba y salía. Nos consolamos cuando fallecieron seres queridos, festejé cada paso en mi proceso de aliá. Fue maravilloso la verdad.

• Hace poco, integrantes del Farbe subieron una foto juntos y te agradecieron. ¿Qué sentís que pudiste brindarles y qué te brindaron ellos?

Un espacio de amistad y contención en un momento difícil para todos, y muchos Lejaim con sus respectivas resacas.

• Alguna vez dijiste que para vos Twitter es la versión 2.0 del Talmud. ¿Qué son las redes sociales para vos?

Son una herramienta maravillosa si se usa bien, o una gran pérdida de tiempo. Lo del Talmud es porque uno puede contrastar diferentes opiniones y visiones del mundo en un mismo ámbito, y si sos lo suficientemente amplio hasta podés hacer amistades con personas muy diferentes a vos.

• Para el que te lee, conoce o escuchó hablar de vos, pero nunca te vio. ¿Cómo es Eli Levy o Pinche Gorro en lo presencial?

Soy mucho más aburrido en la vida real.

• Hace un tiempo, junto a tu familia, decidieron hacer aliá. ¿Cuáles fueron los motivos por los que eligieron ir a Israel?

En un momento de 2019 teníamos varios incendios en distintos frentes. Me iba bien laboralmente pero no me sentía cómodo, el colegio de mi hijo no resultaba, buscamos consejo en la cartas del Rebe, preguntando si emigrar. Las opciones eran EE.UU., Australia o Israel, y la primera carta que abrimos decía algo así: “Bendiciones en su aliá a Israel, les va a ser fácil, etc”. Estábamos en shock. Después viajé a Nueva York a la tumba del Rebe, y volví a pedir una señal para tener un shlijut (misión) en Israel. Al salir de la tumba me crucé al rabino Oirejman de la Kerayot, que me dice que necesitan una pareja para los inmigrantes de habla hispana. Ahí ya no me quedaron dudas.

• ¿Cómo fue el proceso para hacer aliá? ¿Qué organización los guio/acompañó, cómo fue iniciar y hacer este camino desde el interior, cómo fue la partida de Argentina y la llegada al Estado de Israel?

En mi caso fue complejo porque mi hijo mayor es adoptado y tuvimos que hacer muchos trámites hasta que pudimos hacer aliá. Mi esposa es hija de israelí y eso conllevó otros tramites engorrosos.

Cuando fuimos a la Sojnut (Agencia Judía) nos dieron la opción de viajar con el Keren LeYedidut, que nos daba más beneficios en el viaje, valijas extras y un apoyo económico al llegar. Ellos se ocuparon del viaje desde Tucumán e incluso acá en Israel nos ayudaron a conseguir un lavarropas nuevo y una heladera. Otra fundación que se llama Ebenezer nos ayudó con los test de covid y los remises que eran muy costosos. Nos sentimos muy contenidos.

• ¿Con qué país te encontraste?

Yo ya había vivido en Israel y trabajé mucho con israelim, así que conozco la mentalidad bastante. Pero me sorprendió cómo pudimos armar la casa con donaciones de gente, es muy común que te regalen muebles. La verdad eso fue sorprendente. También el Shabat acá en nuestro barrio es una experiencia única, se cierran las calles, los chicos corren y van a la plaza solos. Más que el país, lo que me sorprendió es recuperar la vereda, la bicicleta de los chicos, ir a jugar con los vecinos, esas cosas que en Tucumán yo tenía de chico pero que ya es más difícil hoy.

• ¿Cuáles son tus próximos proyectos en Israel?

Seguir generando actividades y proyectos para la comunidad latina, que es de las más chicas y con menos visibilidad en Israel, trabajar en armar la fundación Pibe Ole y Jabad Argento. Para las redes quiero armar algún podcast, videos de “Torá en medio del Monte” y seguir con los cursos de Torá online.

• ¿Qué visión tenés hoy en día, desde Israel, de la comunidad judía argentina?

Me duele Argentina. Soy muy argentino, me encanta el país, lo conozco de punta a punta. Siendo del interior veo que los jóvenes se están yendo todos o a CABA o al exterior, no es fácil el futuro.

Pero por otro lado debemos saber que tenemos una gran comunidad judía, que debe enorgullecernos, algunas cosas que damos por sentado allá, acá no existen como los Beit Jabad en los que conviven judíos religiosos y no religiosos, los clubes comunitarios. Esas son cosas que se extrañan acá y que intentaremos reproducir.

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