Todos los años, los mensajes escondidos entre las piedras del Muro de los Lamentos se quitan en Pesaj y antes de las fiestas navideñas.
Los encargados de la zona del Kotel, en Jerusalén, removieron decenas de miles de notas que dejaron fieles de todo el mundo.
La remoción, explicaron, se llevó a cabo de acuerdo con las pautas halájicas, utilizando guantes y utensilios de madera desechables, con el objetivo de dejar espacio para las nuevas notas de los turistas y visitantes que se espera que lleguen a Jerusalén en los próximos meses.
Ahora las notas, que se recolectaron en varios sacos, se enterrarán junto con libros sagrados en el cementerio del Monte de los Olivos.
Una vez allí, y para que el proceso de descarte se realice con dignidad y respeto, el material se quema y se entierra.
Según se informó, el rabino del Muro de los Lamentos y los lugares sagrados, Shmuel Rabinowitz, supervisó personalmente la remoción de las notas, como lo hace todos los años previo a Pesaj, «y oró por la unidad de Israel y por las decenas de miles de visitantes que colocaron sus oraciones entre las piedras antiguas».
Como de costumbre desde hace unos tres siglos, las notas con las plegarias estaban insertadas a lo largo de todo el Kotel.
En los últimos años también se pueden encontrar entre las hileras de piedras que quedaron expuestas en los Túneles del Muro Occidental.
Los voceros de la Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos dijeron que, además de aquellos que dejan los peregrinos y visitantes, cada mes se envía un promedio de 3.000 notas a través del sitio web de la organización.
Durante el último año llegaron alrededor de 100.000 notas solo a través del sitio web. Esto significa un aumento del 30% en comparación con el año pasado.
Los principales orígenes de las notas, por país, fueron Estados Unidos, Brasil, Colombia, Rusia, Canadá, Eslovaquia, Sudáfrica, Ucrania e Inglaterra.
También se enviaron billetes electrónicos desde Alemania, Venezuela, India, México, Argentina y Taiwán, entre muchos otros.
Vía Israel Económico