Los fragmentos presuntamente pertenecientes al cráneo del célebre compositor Ludwig van Beethoven han regresado a Viena, cedidos por el empresario de la comunidad judía Paul Kaufmann.
Los expertos esperan que estos fragmentos proporcionen información sobre las enfermedades que atormentaron a Beethoven durante su vida.
El empresario Paul Kaufmann, de origen judío, heredó los fragmentos de cráneo que se cree pertenecieron al compositor.
Según trascendió, decidió donar estos artefactos a la Universidad Médica de Viena para continuar las investigaciones sobre las dolencias que sufría Beethoven. “Aquí es donde deben estar los huesos, en Viena”, expresó Kaufmann.
Christian Reiter, un forense austriaco, habló sobre la importancia del hallazgo, describiendo los fragmentos como “de gran valor”. Beethoven, conocido por su constante lucha contra diversas dolencias, habría expresado su deseo de que su cuerpo fuera estudiado.
Se cree que estos fragmentos son los únicos restos conservados del cráneo de Beethoven, destacó Reiter.
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Fragmentos de Beethoven, herencia de un pasado familiar para Paul Kaufmann
Los fragmentos fueron descubiertos por Kaufmann en una caja de seguridad familiar en un banco francés en 1990. La pequeña caja, con la inscripción “Beethoven”, fue hallada junto a los objetos personales de los ancestros de Kaufmann, que habían huido de los nazis.
Se cree que el tío abuelo de Kaufmann, el médico austriaco Franz Romeo Seligmann, obtuvo los fragmentos en 1863 durante la exhumación del cadáver de Beethoven.
Las pruebas disponibles sugieren que los fragmentos son auténticos, pero serán analizados para confirmarlo.
Beethoven y el enigma de su muerte: posibles respuestas en los fragmentos de cráneo
En 2005, científicos estadounidenses anunciaron que las pruebas realizadas en los fragmentos de cráneo y en el cabello de Beethoven mostraban signos de envenenamiento por plomo, posible causa de su pérdida de audición.
Investigaciones recientes sugieren que el origen del plomo podría ser una copa de vino hecha de este metal. Algunos tratamientos médicos de los siglos XVIII y XIX también empleaban metales pesados como el plomo y el mercurio.
Los dolores abdominales que Beethoven sufrió desde los 20 años, junto con un consumo regular de alcohol, podrían haber llevado a la insuficiencia hepática que se considera la causa probable de su muerte.
Investigaciones futuras sobre la vida y enfermedades de Beethoven
La Universidad Médica de Viena planea usar los fragmentos para obtener información adicional sobre las enfermedades de Beethoven. El donante, Paul Kaufmann, expresó su deseo de que los restos del compositor continúen contribuyendo a la investigación.
El análisis de los fragmentos puede ayudar a los científicos a entender mejor las dolencias que afligieron a Beethoven y a obtener una visión más clara de su vida y muerte.
Fuente: Israel Noticias.