Con más de 1.500 docentes inscriptos, se realizó en Buenos Aires el 5° Encuentro Internacional de Educación Judía, organizado por el Vaad Hajinuj de AMIA, la Organización Sionista Mundial y United. Además, contó con la colaboración del Keren Kayemet Leisrael, el Seminario Rabínico Latinoamericano, la Organización Sionista Argentina y FEJA. Un proyecto del Estado de Israel para favorecer la educación judía en la Diáspora.
Vis á Vis dialogó con Ariel Halperín, secretario de Educación de AMIA, tesorero de la institución y uno de los principales impulsores de este Encuentro.
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¿Qué sensaciones les dejó el 5° Encuentro Internacional de Educación Judía?
Nos dejó una gran satisfacción en varios sentidos. Por un lado, el encuentro entre educadores de todo el país y de otros países de Latinoamérica revitaliza y genera motivación. Por otra parte, ofrecimos un programa de gran calidad, amplio, variado, alineado con las necesidades que las escuelas y los educadores tienen en la actualidad.
Ese programa despertó muchísimo interés, entre otras cosas, por incluir 50 disertantes muy inspiradores, 10 de ellos venidos de Israel para esta ocasión. Un dato para destacar es que los asistentes tenían la posibilidad de evaluar cada taller. De 800 respuestas surgió que la calificación promedio que otorgan a esos talleres fue de 95 sobre 100, un número altísimo, prácticamente inusitado en este tipo de evaluaciones. El clima que se vivió en los pasillos fue de camaradería, compañerismo, ganas de compartir, y hemos recibido muchísimos mensajes de agradecimiento. Este Encuentro nos ha dejado la vara muy alta para futuros congresos.
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¿Qué significa que se hayan inscripto más de 1500 docentes?
Muestra que la comunidad educativa judeo-argentina está sedienta de seguir aprendiendo y compartiendo, y que confía en la calidad de lo que ofrecemos. Muestra el posicionamiento del Vaad Hajinuj como proveedor de capacitaciones de primer nivel, en alianza con nuestros socios, una alianza que favoreció la llegada de 10 disertantes israelíes y la realización de un congreso de educación judía tan masivo como no existe en ningún país fuera de Israel. Significa, también, que cada año nos superamos en los desafíos que nos proponemos.
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¿Cuáles son los principales objetivos de este encuentro organizado?
Ofrecer a los educadores la oportunidad de encontrarse con disertantes de Israel y Latinoamérica de primer nivel para enriquecerse y actualizarse profesionalmente fue uno de los grandes objetivos que planteamos.
También planteamos la construcción de una red de educadores para compartir, preguntar, comprender y aprender, a la vez que nos propusimos fortalecer y profundizar la centralidad de Israel y el sionismo en la educación judía, y promover vínculos con instituciones y organizaciones internacionales.
Crear infraestructura y elaborar estrategias para seguir desarrollando e implementando programas educativos también fue otro de los propósitos.
Es importante mencionar que el Encuentro organizado por AMIA, la Organización Sionista Mundial y United, contó con la colaboración del Keren Kayemet Leisrael, el Seminario Rabínico Latinoamericano, la Organización Sionista Argentina y FEJA.
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En una época en la que crece el rol de la Inteligencia Artificial, ¿cómo se abocaron a este tema que es vital en el presente y futuro de la educación?
Desde el Vaad Hajinuj coordinamos un Foro de Directores de escuelas, con el que se viene trabajando desde marzo sobre las diversas temáticas de interés para las escuelas. Por supuesto, este año hay un fuerte foco puesto en los desarrollos de la Inteligencia Artificial. Por ello decidimos invitar a Eran Barak Medina, un experto israelí que viene investigando hace varios años sobre el uso educativo de esta herramienta.
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Más de 50 disertantes pasaron durante estas jornadas. ¿Qué se reflexionó sobre el futuro de la educación judía y de la educación general?
Se reflexionó sobre la potencia de la tecnología y la Inteligencia Artificial y su articulación con la espiritualidad; sobre el mensaje de la Biblia para estos momentos de la Humanidad; sobre la convivencia en un mundo diverso y el optimismo de los educadores como una herramienta para construir el futuro.
El lema del Encuentro fue “Enseñanza poderosa…Aprendizajes memorables”. Desde ese marco, se pensó acerca de qué experiencias deben crearse para que los aprendizajes sean memorables. En cuanto a la educación judía, se habló mucho sobre el hebreo como herramienta de identidad, y algunos disertantes israelíes se asombraron de poder hablar de las fuentes judías y su interpretación, con un público que las podía entender en hebreo. Se abordó el gran desafío de que los educadores no hagamos en la clase aquello que la tecnología hace más rápido y mejor que nosotros, sino que pongamos nuestro “plus humano” en aquello que la tecnología no puede suplir.
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¿Qué talleres se llevaron a cabo en el Encuentro?
Una importante cantidad de talleres se dedicó al uso educativo de la Inteligencia Artificial, y las formas de articular esta herramienta con nuestra especificidad humana. El aspecto ético y espiritual de la tecnología también fue abordado en el Encuentro, que incluyó talleres sobre liderazgo, estrategias de enseñanza de diversas áreas, corporalidad, prevención del bullying, la red escuela-familia, agua y sostenibilidad, visual thinking, creatividad y juego. Asimismo, se abordaron temáticas específicas del área de Estudios Judaicos, como la enseñanza de Historia Judía, Biblia y Lengua Hebrea. En total hubo 67 conferencias y talleres, lo cual da cuenta de la variedad de la oferta temática.
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¿Qué significó que por primera vez las jornadas coincidieran con el aniversario del atentado a la AMIA?
Significó la decisión de incluir una jornada dedicada a la memoria, en la que los talleres abordaron temas como la memoria en las fuentes judías; memoria y literatura; memoria y arte; creatividad, juego y memoria; el uso pedagógico de los archivos; 40 años de democracia; y la indiferencia y complicidad durante la Shoá. También significó la realización de un acto colectivo entre docentes, que resultó profundamente emotivo y significativo. Incluso un alumno de la Red Escolar Judía nos compartió, en ese marco, el tema “No se borra”, una canción creada para un aniversario anterior. Fue una jornada muy especial.
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Apenas unos días después del Encuentro, recibieron en AMIA a jóvenes emprendedores que se acercaron para compartir sus experiencias. ¿Buscan armar nuevas propuestas para seguir potenciando el trabajo con la juventud?
AMIA Joven siempre está creando nuevos programas y actividades. Su público es muy dinámico y siempre está abierto a nuevos desarrollos, plataformas y emprendimientos. Siempre intentamos que nuestros departamentos potencien su trabajo, y por supuesto que es el caso también de AMIA Joven.