Siempre que llega esta época del año pensamos en los encuentros familiares junto a aquellas personas que solo nos juntamos dos veces al año. Así vemos crecer a los chicos, en muchos casos nos empezamos a enterar que el hijo de, o la hija, o aquel sobrino o prima es LGBTQ+. Y entonces pensamos cómo reaccionar.
Siempre surge el efecto sorpresa, el pensamiento que “de chico ya parecía mariconcito” o “ella siempre jugaba con los chicos”. Pero hoy en día, en esta época, ese tipo de pensamiento y/o reacciones no son incluidas en la sociedad que vivimos. Hemos crecido mucho y con ello se ha hecho más visible la diversidad sexual cuando hablamos de personas LGBTQ+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans, Queer, etc).
Pero aún con los avances y los derechos obtenidos, al momento de que una persona se entera que su hijo o hija sale del closet, surgen algunas dudas. Por ello sugiero algunas cosas para tener en cuenta.
Acompañalo y mostrale todo tu apoyo
A pesar de que hoy en día la homosexualidad es un hecho cada vez más aceptado socialmente, para muchas personas representa un problema de aceptación y convivencia social. Especialmente para los adolescentes, a quienes puede costarles aceptarlo y, sobre todo, afrontar la reacción de su familia.
Muchas personas empiezan a darse cuenta de su orientación sexual y/o identidad de género durante la adolescencia o incluso un poco antes. A pesar de que la sociedad es cada vez más consciente frente a las personas LGBTQ+, y su aceptación social aumenta, aún hoy en día muchos viven su condición ocultos y como un problema que les cuesta asumir y enfrentar.
En el caso de los adolescentes LGBTQ+ (o preadolescentes), generalmente pasan por un largo proceso de aceptarse a sí mismos. Para algunos puede ser largo tiempo, para otros difícil de transitar viviendo con mentiras, otros casos con depresión. Especialmente, porque algunas veces el entorno no les facilita el proceso de aceptación.
Un adolescente LGBTQ+ siente dificultades para explicar a su familia la naturaleza de sus sentimientos, y de hecho, antes de hacerlo, es probable que trate de engañar a los demás. Por ello, es importante que la familia transmita confianza y sepa comunicar que siempre ofrecerá contención, sea cual sea su orientación sexual. De esta manera no temerán comunicarse y se sentirán acompañados por su familia. En todos los casos, cuando los adolescentes hablan sobre su orientación sexual o identidad de género a sus progenitores, esperan que los acepten tal como son.
Cuando llega el momento de conocer la noticia
Por muy preparado que se esté y por muy sensible que sea la familia con esta posibilidad, la noticia inicial siempre provoca una sorpresa y difícil de asumir. Una reacción típica es tratar de reinterpretar lo que han escuchado de sus hijos, también preguntarle varias veces si están seguros de lo que les contaron. Es un hecho que se debe evitar, dado que la realidad no va a cambiar. Los padres deben saber que, en realidad, la homosexualidad es una expresión más de la sexualidad humana, por lo tanto no es un hecho degradante ni se trata de una enfermedad que con terapia se puede sanar.
Los progenitores deben comprender que su hijo o hija no ha elegido ser homosexual. Simplemente es una realidad y debe vivir de acuerdo a la misma, respetándose, tratando de ser feliz y hacer felices a los suyos. En este punto es importante tener presente que la sexualidad no es modificable, y tratar de hacer cambiar a un hijo/hija en este sentido es un error.
Culpabilidad y miedos
Puede darse el caso de que los padres o madres sientan que son culpables, incluso que traten de responsabilizar a sus parejas por la noticia recibida. Nadie tiene culpa de la elección sexual, no debería existir este sentimiento por lo que se es.
Otra reacción que puede invadir es el miedo a que sea diferente y al trato que puedan darle los demás. Los siguientes tres consejos pueden ayudar a deshacerte de este sentimiento:
Tratar de aprender y crecer juntos como personas, dejando el miedo a un lado; descubrir de a poco la nueva realidad y conocerla lo mejor posible; comprender e interiorizarse mejor de la realidad de los gays, lesbianas, bisexuales, trans. Esto eliminaría muchas de las preocupaciones que la familia suele sentir.
Orientar tu comprensión hacia tu hijo/hija y pensar al hablar qué actitudes o palabras pueden herirles.
Evitar sentir frustración por no haberlo detectado anteriormente. Recordar que es una realidad que no va a cambiar, así que haberlo sabido antes no te habría permitido impedirlo.
Aceptación de la realidad
Los padres/madres deben llegar a esta fase de aceptar la realidad, así la comunicación con su hijo/hija sobre el hecho de su sexualidad les resultará, poco a poco, algo natural y carente de cualquier dramatismo. Una vez más, en esto la comunicación, el diálogo y el acompañamiento se presenta como algo fundamental.
Un hecho importante es reconocer el esfuerzo y, muchas veces, la angustia que habrá tenido que sufrir su hijo/hija para aceptarse tal como es, y que la familia pueda ser abierta a nuevas situaciones familiares es algo que puede ayudarles mucho, así como pedirle disculpas si en algún momento no se le ha prestado toda la comprensión que se le podía dar.
Un punto destacable es no volver atrás, a otros puntos del proceso. Volver a intentar negar la realidad, volver a examinar las posibles causas de la homosexualidad o sentir culpabilidad de nuevo son cosas que pueden hacer que el adolescente no se sienta aceptado nunca. Otra actitud a evitar es la resignación de carácter fatalista (“mi hijo es así, no ha podido evitarlo, qué se le va a hacer”).
Recordá que una tendencia sexual no es ni una suerte ni una desgracia, simplemente es un hecho con el cual convivir.
Que en este nuevo año sigamos creciendo como comunidad, como personas responsables, que las familias estén abiertas al diálogo, que estemos atentos a poder ser aliados de las personas LGBTQ+, esto es lograr la verdadera inclusión comunitaria y social.
¡Gmar Jatima Tova!
Algunas Definiciones:
Homosexualidad: Cuando la orientación del deseo se presenta preferentemente hacia personas del mismo sexo. Hombres que desean a hombres o mujeres que desean a mujeres.
Heterosexualidad: Cuando la orientación del deseo se presenta preferentemente hacia personas de distinto sexo al propio. Así, hombres que desean a mujeres o mujeres que desean a hombres.
Bisexualidad: En estos casos la orientación del deseo se presentaría de forma indistinta hacia personas del mismo sexo o del contrario. Hombres que desean a hombres y mujeres o mujeres que desean a hombres y mujeres.
Transexual: Es aquella persona en la que su identidad sexual, como hombre o como mujer, no coincide con el que le marcan sus genitales ni otras estructuras sexuantes, ni con la identidad que las demás personas le suponen. Generalmente procura operarse o ponerse en tratamiento para evitar esa disonancia.
Gay: Hombre homosexual.
Lesbiana: Mujer homosexual.
Género: Son todas aquellas cosas (conductas, ropas, gestos, juegos) que socialmente se han considerado propias de uno de los dos sexos. Por tanto, habría dos géneros, el masculino con todo lo que se ha considerado propio de hombres, y el género femenino con todo lo que se ha considerado propio de mujeres. El género es un constructo social y por tanto varía según culturas y etapas. También es nuestra tarea, por tanto, que no confundan “ser hombre” con “ser masculino” o “ser mujer” con “ser femenina”.
Homofobia: Es el término que se ha destinado para describir el rechazo, miedo, repudio, prejuicio o discriminación hacia mujeres u hombres que se reconocen a sí mismos como homosexuales.
Heterosexismo: Demostrado por la suposición de que todo el mundo es heterosexual. La opresión sistemática de las personas lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero que está directamente vinculada con el sexismo.