Convocados por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) filial Córdoba y la Organización Sionista Argentina, cientos de personas realizaron un banderazo este miércoles en Córdoba en apoyo a Israel, tras el ataque terrorista que perpetró Hamas este fin de semana.
La movilización se llevó adelante en la plaza Estado de Israel, en barrio Urca.
La gente comenzó a concentrar en el lugar a las 18.30. Se hicieron presentes personas de todas las edades incluso niños y jóvenes.
Entre llanto, abrazos y banderas israelíes en los hombros, los presentes hicieron silencio para escuchan a las autoridades de la Municipalidad y de la Daia Córdoba que tomaron la palabra
Adrián Ganzburg, presidente de la Daia Córdoba, emitió un contundente y sentido discurso sobre la situación que atraviesa Israel y el mundo hoy.
“Increíblemente el horror nos vuelve a reunir. En esta plaza, y en todos los actos que se vienen realizando en el mundo, desde el ataque a Israel del pasado sábado por parte de la organización terrorista Hamas, quienes asisten a los mismos no lo hacen porque son judíos”, comenzó Ganzburg.
“Están presentes acá personas de todos los credos y nacionalidades, incluidos árabes y musulmanes. No cargamos en el absurdo de pensar que ellos son nuestros enemigos. Muy por el contrario. Los reales enemigos de la humanidad son los terroristas, estas agrupaciones de asesinos que no tienen otro objetivo más que matar”, condenó.
“Concurrimos a estos actos sin duda como seres humanos atormentados por las atrocidades de esta masacre de terrorismo. Lamentablemente el mundo volvió a retroceder 80 años. Luego del holocausto asistimos el sábado pasado a la mayor matanza de judíos. Creíamos que estos asesinatos por ser judíos o vivir en Israel no ocurrirían más. Nos equivocamos nuevamente”, continuó.
“Esta vez no se trató de un atentado. Se trató de lo más espantoso que pudimos ver. Muerte de personas degolladlas, violadas, mutiladas y para placer del terrorismo todos registrados con cámaras para viralizar y disfrutar”, aseveró.
También subió al estrado Loran, una joven de la comunidad israelí, quien tiene familia en el país en guerra. La mujer entre lágrimas reconoció el trabajo que están realizando los jóvenes que regresan de distintas partes del mundo para alistarse al ejército para luchar. Con la voz quebradiza invitó a los presentes a orar.
Ganzburg advirtió que no se debe olvidar que Israel es un país donde alberga personas de todas las nacionalidades y religiones, no solo judíos, y que hoy el mundo entero debe realmente comprometerse en esta lucha contra el terror.
Conmovidos y emocionados los presentes culminaron el acto entre abrazos y saludos, lentamente se fueron retirando de la plaza.
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