Gabriel Levinas habla en medio de cuadros y esculturas pero el arte se vuelve impotente frente a tanto horror. Es periodista, investigador, marchand y también artista. Pero la mañana del viernes vuelve al oficio de contar historias y los detalles que expone de los crímenes de Hamas en el sur de Israel paralizan los sentidos y provocan rabia y desolación. Lo que cuenta no es ajeno. Entre las 1.400 personas que fueron masacradas por los fundamentalistas islámicos hay familiares suyos.
Levinas recuerda a su padre -dice “papá” tres veces- y lo imita en eso de buscar un detalle que explique el todo. Le llamó la atención de toda la macabra sucesión de episodios de sangre y muerte que haya gente que se ocupe de despegar y destruir los carteles que muestran los rostros y nombres de los rehenes que están en poder de los verdugos gazatíes. “Apoyan a esta gente, pero no quieren ver lo que hacen”, dice.
Eso que hacen es atroz. El relato de las torturas a las que sometieron a una familia que fue de las primeras víctimas del ataque del 7 de octubre estremece. Pero también la revelación de que los autores de semejantes actos de crueldad fueron personas que compartieron durante años la cotidianeidad de los kibutz. Contó el caso “del señor Said” que pasó de trabajador solidario a cómplice de salvajes asesinos. Y reveló que muchos asesinados fueron pacifistas que apoyaron siempre la “causa palestina”.
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En una entrevista con Infobae en su casa del barrio porteño de Once, Levinas brindó también detalles del impacto que tuvo en su familia el ataque de Hamas y del compromiso intacto que tienen, pese a las pérdidas irreparables de cinco vidas, con la defensa del Estado de Israel.
También contó que desde que se produjo el ataque del 7 de octubre detectó un aumento de las agresiones antisemitas. “Me estoy dando cuenta que soy judío, no creo en Dios ni en nada que se le parezca, ni me meto en las cosas de la colectividad, salvo cuando fue la causa AMIA. Pero me doy cuenta que si no existiese Israel, yo estaría en más riesgo aún acá en la Argentina”, destacó.
En ese sentido, criticó con dureza a los sectores de izquierda argentina que no condenan los crímenes atroces cometidos por Hamas, mientras exigen a Israel que se resigne a no actuar frente a la agresión más devastadora en cantidad de vidas desde el Holocausto. “Cuando piden que la reacción sea proporcional ¿qué sería, salir a degollar chicos en Cisjordania, salir a violar mujeres. Es todo un disparate”, aseguró.
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Y apuntó contra el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner por los argentinos que están secuestrados: “Acá hay una Embajada de Palestina, el Gobierno tiene que llamar al embajador y exigirle”, expresó. “Lo de Gaza está pasando en ese Estado, ¿qué significa sino, que el Estado Palestino está dibujado? El 10% de los rehenes son argentinos, de 200 hay 20 argentinos y no están haciendo nada. Hablan con Qatar… ¡No, exigile a Palestina que los devuelvan!”.