El ataque barbárico de los terroristas de Hamas en Israel el 7 de octubre resultó en la agresión más letal contra el pueblo judío desde el Holocausto. Más de 1400 judíos – mujeres, niños, hombres y ancianos, incluyendo sobrevivientes del Holocausto – fueron torturados, violados y asesinados. Más de doscientos fueron secuestrados. Estos eventos tienen un impacto inmenso en las comunidades judías de todo el mundo.
Líderes nacionales y dirigentes de organizaciones internacionales en todo el mundo condenaron estos ataques de manera rotunda y expresaron su completo apoyo y solidaridad con el Estado de Israel. Sin embargo, al mismo tiempo, hubo manifestaciones en diferentes lugares del mundo – incluyendo algunos de los países y regiones que nosotros representamos – en las cuales las personas alabaron estas atroces acciones de Hamás, «celebraron» el asesinato de judíos e incluso instaron a cometer más atentados antisemitas.
Las comunidades judías están temerosas y siendo amenazadas. Sinagogas y otros sitios judíos fueron atacados. Escuelas han cerrado debido a que no pueden garantizar la seguridad de sus estudiantes. Las reuniones de Shabat requieren la presencia de seguridad armada para su protección. En algunas ciudades, los judíos están siendo hostigados y acosados en las calles. Posters de los secuestrados captivos son intervenidos, pintarrajeados y arrancados. El antisemitismo en internet ha aumentado de formas sin precedentes.
Nosotros, los enviados especiales y coordinadores firmantes, tenemos un mandato compartido de combatir el antisemitismo y salvaguardar la vida judía. Elogiamos la acción resolutiva de muchas autoridades nacionales para proteger a las comunidades judías, dado que los judíos alrededor del mundo no han enfrentado tales desafíos desde el Holocausto. Conscientes de ese oscuro pasado, nosotros nos solidarizamos con el pueblo judío. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que ese odio hacia los judíos sea suprimimdo y que la vida judía reflorezca en paz. El antisemitismo y todas las formas de odio son increíblemente perjudiciales e inaceptables.
Por lo tanto:
- Pedimos a los gobiernos que evalúen las necesidades y proporcionen la seguridad y asistencia que las comunidades judías requieren en estos tiempos de crisis.
- Instamos a la policía y organismos de seguridad a que estén atentos a las amenazas contra los judíos y a que sean conscientes de que los judíos alrededor del mundo no deben ser responsabilizados de los discursos y acciones del gobierno israelí ni de ningún otro gobierno, como ilustra la definición (jurídicamente no vinculante) de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA por sus siglas en inglés).
- Denunciamos los ataques antisemitas que están sucediendo en algunos campus universitarios e instamos a los administradores universitarios a condenarlos y asegurar que sus estudiantes judíos, como todos los otros alumnos, tengan la seguridad y el apoyo necesario en estos tiempos difíciles, para que puedan disfrutar de su derecho a la educación.
- Instamos a la sociedad civil – incluyendo federaciones deportivas, comunidades religiosas, el área cultural y los círculos académicos – a no quedarse de brazos cruzados o en silencio, sino a utilizar su influencia para contrarrestar efectivamente el antisemitismo y promover actos públicos de solidaridad.
- Estamos preocupados por el aumento en internet de mensajes antisemitas, desinformación, discursos de odio y contenidos terroristas, que instigan a cometer delitos de odio en el mundo real y amenazan a la cohesión del tejido social que une a nuestras sociedades democráticas. Denunciamos a las redes sociales que amplifican y multiplican estos contenidos y les pedimos que actúen conforme a la ley y a sus propias condiciones de servicio.
La historia nos ha enseñado que en tiempos como este debemos elevar nuestras voces y no podemos ser indiferentes.
¡Nunca más es ahora!
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